Al igual que sucedió en el Campeonato IMSA Weathertech Sportscar, donde Porsche Motorsport salió de la clase GTLM y por lo tanto dejó sin efecto la sociedad con CORE Autosport, así mismo se cree que no tardará en cerrar su programa LMGTE-Pro en el WEC, lo que afectará el programa de Manthey Racing, equipo que gestiona los dos 911 RSR-19 que allí compiten. Y es que tras el anuncio de que el fabricante alemán ingresará a la categoría con un prototipo LMDh, no tendría sentido proseguir de forma oficial en una clase inferior.
En lo que respecta a la IMSA, la clase GTLM actualmente enfrenta un problema porque solamente Corvette se ha comprometido a seguir, se espera que BMW y RLL confirmen que a partir de 2021 competirán de forma parcial, lo que ha empujado a la organización a buscar que equipos privados, sobre todo Scuderia Corsa, se trasladen desde la clase GTD para que al menos Corvette tenga un rival en pista. Esa misma situación se podría presentar en el WEC más temprano que tarde porque a la probable deserción de Porsche cuando enfoque sus esfuerzos en su LMDh se le puede sumar Aston Martin Racing, cuyos programas de competición están siendo evaluados ya que requieren conceder toda prioridad a su presencia en la Fórmula 1.
La situación es compleja porque se estima que un programa LMDh se puede llevar a cabo con un presupuesto similar al de un GTE, inclusive un programa cliente del prototipo sería más lucrativo por las múltiples posibilidades de participar en cualquier categoría de resistencia, de allí que bien pudiera pensarse que se aproxima el fin de los GTE oficiales porque inclusive la fortaleza del programa cliente del 911 radica en la división GT3. Para Pascal Zurlinden, gerente general de Porsche Motorsport, indicó que en los próximos meses se tomarán las decisiones pertinentes en cuanto a las posibilidades del 911 RSR antes de que aparezca el LMDh.
Según su criterio, la clase GTE se enfoca en un mercado de ventas exclusivo para el WEC y la ELMS, este año pudieron negociar diez unidades del RSR-19 y justamente ese aspecto es lo que actualmente otorga sentido al programa de fábrica ya que los clientes pueden competir con el mismo coche durante unos tres años consecutivos. Pero las categorías de resistencia están apuntando hacia otra dirección y deben entenderlo, cuando aparezcan los LMDh probablemente caigan las ventas de sus RSR-19, y es que es un asunto de lógica, si por el mismo precio te ofrecen un coche por el que puedes aspirar a las victorias en la clase principal, quién puede necesitar un GT.
En palabras de Pascal Zurlinden:
Nos hemos comprometido con dos coches de fábrica hasta finales de 2021. Luego veremos cómo se desarrolla la categoría. Tenemos que decidir cómo será el futuro del Porsche 911 RSR. Cuando un cliente compra un coche de este tipo, lo usa durante dos o tres años. Estamos hablando rápidamente de 2024. Cualquier cosa más allá de eso estaría demasiado lejos. Tenemos que hacer algunas evaluaciones intermedias.
Vía | Motorsport Total