Más allá de ser presentado como antagonista, nuevamente desde la ficción se proyecta una imagen distorsionada de Alain Prost como persona y deportista, esta vez desde la serie «Senna: sin miedo, sin límites, sin igual», realizada por Netflix. Y no es para menos ya que en el documental Senna, realizado en el año 2010, también insinúa que Prost no fue un piloto íntegro, fórmula que se repite con el reciente producto que explota la fascinación por la vida y muerte de Ayrton Senna. El campeón francés ha criticado con dureza la nueva serie afirmando que gran parte de sus argumentos son falsedades y además carece de objetividad sobre lo que ocurrió en pista, reflejando una versión de él muy cuestionable a un público que no lo vio competir.
La producción de Netflix se emitió el año pasado y más allá de conmemorar los 30 años de la fatídica muerte del piloto en el circuito de Ímola, se orientó a mitificar al brasileño, personificado por Gabriel Leone, como un héroe, perjudicando la representación de Prost materializada en el actor Matt Mella. Como era de esperarse, el francés es llevado a la ficción como una persona conflictiva, un enemigo de Senna desde una perspectiva personal. Es innegable que la rivalidad fue intensa, la más recordada de la Fórmula 1, pero el propio Prost ha señalado que entre Senna y él existió también el respeto, la admiración y una gran amistad que disfrutaron cuando se retiró y el brasileño permaneció en la categoría, inclusive conversaban por teléfono varias veces a la semana.
El gran campeón francés declaró que no le parece justo el trato que se le otorga en los medios de comunicación cada vez que se refieren a Ayrton Senna y la rivalidad que sostuvieron ambos desde mediados de la década de los 80 hasta inicios de los 90. Puede comprender que para efectos de monetizar una producción comercial deben apegarse a estereotipos exitosos, pero de allí a presentar una historia distorsionada en la cual es visto como un ser despreciable y no como alguien que ganó cuatro títulos con el brasileño en pista. El propio Prost asegura que si Senna estuviera vivo reprobaría estas producciones porque narran sucesos que jamás ocurrieron solamente para conceder un dramatismo que no es necesario.
En palabras de Alain Prost:
Si tienes que hacer algo comercial, no está bien hacerlo en nombre de [Ayrton] Senna. No me gusta y no lo acepto. Me llamaba al menos una o dos veces por semana. A veces para nada, a veces para pedirme un consejo. Duró seis meses hasta Imola. Nos hicimos amigos, nos hicimos cercanos. Es una nueva etapa que nunca antes hubiera imaginado. Tengo un recuerdo increíble de ella.
Vía Motorsportweek
