Era muy complicado y finalmente se confirmó la imposibilidad reunir el presupuesto necesario para volver al Rally Dakar. Albert Llovera no será uno de los inscritos en el rally-raid sudamericano después de que el propio piloto andorrano reconociera esta misma semana que no había logrado los apoyos económicos necesarios para estar en la salida de Lima el próximo 6 de enero. Ni en camión, ni en buggy, dos opciones que había explorado hasta el último momento y precisamente dos experiencias que ya había vivido en el pasado.
El 16 de octubre era la fecha límite para tomar la decisión de acudir o no al Dakar 2019 después de haberse pedido la edición pasada, la que marcaba la 40ª vez que la carrera organizada por ASO se disputaba. Con el gusanillo de ver cómo la empresa francesa había conseguido llevar adelante un recorrido con 10 etapas sobre suelo peruano y comprobar en sus propias carnes si la dureza de las dunas del desierto andino se corresponde a la fama que le atestigua, Llovera trató hasta el último momento de estar presente, algo que finalmente no se daría.
Los dos proyectos que tenía sobre la mesa eran, podríamos decir que son, muy atractivos. Volver a pilotar un camión del equipo Bonver ha estado durante todo el año en mi mente. No obstante, la cita de Lohéac del RX2 me dio la posibilidad de visitar las instalaciones del que fue mi equipo [MD Racing] en mis primeras participaciones en Sudámerica. Su nuevo buggy tiene muy buena pinta. Hemos apurado al máximo la decisión de descartar el Dakar, debido al interés de un sponsor importante en el raid americano.
Con esta opción ya en la carpeta de asuntos pasados, Llovera sigue trabajando con su inseparable sonrisa en preparar los proyectos para la próxima temporada. En su mesa tres opciones, a cada cual más distinta de la anterior, comenzando por la opción de repetir en el Mundial de RallyCross, compitiendo en una categoría RX2 a la que cada vez está más adaptado y en la que todavía tiene mucho margen de mejora con el desarrollo de los mandos adaptados que utiliza en su unidad. A pesar de que el World RX es el proyecto favorito, en su horizonte han surgido otras opciones, como la de competir en el CERTT con un UTV oficial de Yamaha España o la alternativa de probar el Europeo de Camiones, después de que Albert pudiera ver de cerca estos espectaculares prototipos durante el pasado Gran Premio del Camión en el Jarama.
Seguiremos trabajando en otras direcciones. Sin lugar a duda, el RX2 es una opción que intentaríamos mejorar para ser más competitivos en un Mundial que cada día tiene más adeptos. De todas maneras, no es la única opción. Hace un par de semanas estuve en el Circuito del Jarama hablando con un equipo alemán que disputa el Campeonato de Europa de camiones, están interesados en que pueda pilotar uno de sus vehículos. Hay una tercera opción que es volver al Campeonato de España de Todo Terreno, esta vez, al volante de un UTV, en concreto, uno del equipo Yamaha España. De momento no hay nada cerrado.
