Si la receta de la Fórmula E ha salido tan bien, ¿por qué no repetir? El planteamiento es claro y por ello el anuncio de la compañía francesa Spark Racing Technology como suministrador único de chasis y otras piezas comunes de cara a Extreme E, el certamen de SUV eléctricos que Alejandro Agag y Gil de Ferran presentaron a finales de enero en Londres, no debe extrañar a nadie.
La compañía creada por Frédéric Vasseur ha estado detrás de los dos monoplazas hasta ahora creados para la Fórmula E y se embarca ahora en un nuevo proyecto cuyo apretado calendario invitaba a pensar que se tiraría de los conocimientos ya adquiridos en el campeonato urbano: según reza la nota de prensa el primer test está previsto para el mes de julio, debiendo entregar Spark los 12 primeros coches en marzo de 2020.
Las partes comunes de las que se encargará Spark son chasis tubular, suspensiones, amortiguadores, frenos, dirección así como todos los elementos de seguridad. Queda abierta la puerta a que los equipos y fabricantes que apuesten por Extreme E desarrollen sus propios motores, inversores eléctricos así como algunos elementos cosméticos para que los coches se asemejen a modelos de calle.