Alex Bowman logró imponerse en el circuito de Richmond Raceway luciendo el número 48 que identificó al multicampeón Jimmie Johnson. El piloto de Hendrick Motorsport resultó el más rápido en el último reinicio y se llevó la victoria tras apenas liderar las últimas 10 vueltas, dejando en segunda posición a Denny Hamlin, quien se mantuvo al frente durante 207 vueltas, pero no pudo contener el avance del ganador. Fue la tercera victoria de Bowman en su trayectoria por la Cup Series y se convierte en el octavo ganador distinto en las nueve fechas que se han disputado hasta ahora.
Tal como ocurrió en Martinville, Hamlin se mostró dominante durante la mayor parte del recorrido, tanto que ganó las dos primeras etapas de la carrera, con Martin Truex Jr. siguiéndolo, incluso lideró 107 vueltas, así que se pronosticaba una nueva victoria de Toyota y de Joe Gibbs Racing. Durante algunos instantes, Joey Logano asumió la delantera, no obstante, a falta de 25 vueltas para el final, Hamlin regresó a la punta, pero un accidente de Kevin Harvick originó una bandera de precaución que eliminó su ventaja y precipitó el desenlace.
Por detrás de Bowman, Hamlin y Logano, finalizaron Christopher Bell y Martin Truex Jr., siendo los cinco mejores de la jornada. Aric Almirola, William Byron, Kyle Busch, Matt Dibenedetto y Austin Dillon completaron los diez primeros. La bandera a cuadros le sigue siendo esquiva para Denny Hamlin quien se mantiene como líder en puntos de la temporada y piloto con más vueltas lideradas, pero sin conseguir victoria todavía, a pesar de la variedad de pilotos que han triunfado este año.
En sus declaraciones, Bowman se mostró muy emocionado porque en principio no esperaba ganar ya que sufrió una penalización por exceso de velocidad en los boxes y nunca le ha ido bien en óvalos cortos. Sin embargo, comprendió que su coche era el mejor en las últimas etapas y que podía ir por Hamlin, tarea que logró para llevar nuevamente al número 48 a la senda de la victoria. El piloto de 27 años está al tanto de lo que significa estar detrás del volante de un coche que hasta el año pasado perteneció a una leyenda del deporte motor norteamericano. Suma así su tercera victoria en la categoría, tras Chicago 2019 y Fontana 2020.
En palabras de Alex Bowman:
Para ser honesto, he sido terrible en óvalos cortos. Reiniciamos en el tercer lugar y solamente pensaba en culminar entre los cinco mejores. Creo que mi jefe de equipo aumentó la presión de los neumáticos porque tuve más agarre del que he tenido en un coche en Richmond, funcionó realmente bien.
Vía | NASCAR