El segundo título de IndyCar Series ya luce en el palmarés de Alex Palou. El catalán lo conquistó este domingo a lo campeón, imponiéndose en la penúltima cita de la temporada 2023 en el rutero de Portland y convirtiéndose así en el primer piloto en casi dos décadas (16 años exactamente) que asegura la consecución de un título de IndyCar antes incluso de pisar la última carrera del año.
Cierto es que Scott Dixon lo tenía muy complicado para evitar el alirón, pero esas opciones se redujeron aún más al no hacerse con la pole en la jornada de sábado. No sólo Graham Rahal demostró que Rahal Letterman Lanigan ha dado con la tecla en trazados permanentes al llevarse la pole, sino que además el neozelandés tan sólo pudo ser cuarto, justo por delante de Palou.
Y las cosas se pusieron aún más de cara para el español en el inicio de carrera. La primera curva en Portland siempre es un momento de gran tensión, pero en esta ocasión Palou sacó provecho de la lucha entre Dixon y Herta para superar a ambos a la salida de la chicane mientras por detrás se liaba con un toque entre Ilott y Grosjean que acabó con la carrera del francés. A partir de ahí, tras una bandera amarilla por error de Power, sólo tuvo que hacer lo que mejor sabe tal y como viene demostrando en las tres últimas temporadas: ritmo, gestión de gomas y carburante y que pasen las vueltas.
Graham Rahal lideró hasta la vuelta 22, pero Palou heredó el liderato e impuso un fuerte ritmo con el que se destacó lo suficiente como para poder asumir montar goma blanda en su siguiente relevo. Y pese a que Dixon se le acercaría, fue sumando vueltas en cabeza para evitar que los puntos bonus por máximo número de vueltas lideradas en carrera acabaran en el casillero de su compañero de equipo. El momento de mayor tensión para Palou llegó quizá al salir de la siguiente parada, pues pareció bloquear a Helio Castroneves con gomas frías… pero Dirección de Carrera opinó que el movimiento fue insuficiente como para sancionar al líder del campeonato.
La carrera y el campeonato terminaron de ponerse de cara con una salida de pista de Agustín Canapino (autor hasta ese momento de un fin de semana más que decente) que forzó la aparición del coche de seguridad. Como viene siendo costumbre en ruteros, Dirección de Carrera permitió a los coches que quedaban por parar pasar por boxes. Y ello propició que Felix Rosenqvist se colara entre Palou y Dixon, dejando la victoria vista para sentencia. Dixon no se tomó nada bien tal decisión, si bien hay que recordar que viene siendo costumbre en tiempos recientes de la categoría.
Alex Palou aumenta así su leyenda en Estados Unidos, pues su nombre como bicampeón de monoplazas en Norteamérica se une a los de Bobby Unser, Tom Sneva, Alex Zanardi o Gil de Ferran, así como sus coetáneos y rivales Josef Newgarden y Will Power.
Foto | Chip Ganassi Racing