Cuatro puntos de diferencia con respecto al líder de la Super Fórmula con una carrera para el final solo significan una cosa: si Àlex Palou gana la última cita del año en el circuito de Suzuka, será campeón independientemente de lo que hagan sus rivales. De hecho, esta es la realidad para los tres pilotos que encabezan la general del certamen nipón tras la sexta carrera del año en Okayama. Luego existen varias permutaciones que también le darían el título al catalán, dependiendo tanto de su posición como la de sus rivales y hasta de la identidad del hombre de la pole. Pero ante una carrera tan importante como esta, sin duda la más importante de la carrera deportiva de Palou, el objetivo solo puede ser uno y la mentalidad tiene que estar acorde a ello. Ganar la carrera y ganar el campeonato. Así se siente Àlex Palou después de un valioso cuarto puesto en Okayama. En Diariomotor Competición hablamos con el protagonista, que nos contó sus sensaciones.
Después de la mala fortuna inicial en la campaña 2019, Àlex Palou ha sido uno de los grandes protagonistas de la Super Fórmula y es muy habitual verle siempre en posiciones delanteras desde los primeros entrenamientos libres. En ese sentido, Okayama empezó de la misma forma: «Empezamos muy bien y fuimos muy bien en los entrenamientos libres, siempre entre los 5 primeros con neumáticos usados mientras muchos otros pilotos usaban neumáticos nuevos. En la Super Fórmula, si entras en la Q3 no te dan neumáticos nuevos y entonces tienes que usar neumáticos viejos… es todo más difícil. La verdad es que teníamos muy buen ritmo y buenas sensaciones, así que pensaba que podríamos pelear por la pole», explicó el español. Pero como el propio piloto aseguró, ‘fue un fin de semana un poco extraño’ y las cosas cambiaron de cara al sábado: «No sé qué ocurrió, que desde la Q1 no acabábamos de encontrar el ‘feeling’ que habíamos tenido antes», reconoció.
Afortunadamente, en Nakajima Racing lograron salvar la jornada con un séptimo y un octavo puesto para sus pilotos, siendo Palou el que cerraba la cuarta fila: «Aún tuvimos suerte de pasar a la Q3 y que nuestros rivales tuvieran problemas, así que pudimos salir por delante, que era nuestro objetivo». Teniendo en cuenta la pelea por el título, una buena estrategia de carrera era crucial, llevando al equipo a reaccionar de forma acorde en una posición de salida ‘peligrosa’ en un circuito en el que adelantar es especialmente difícil: «Para la carrera, salíamos octavos y por delante de los rivales pero había que puntuar y era difícil desde esa posición y sobre todo en Okayama. Pensamos en que podría haber un coche de seguridad y que la estrategia más segura para puntuar era salir con neumáticos medios aunque las primeras vueltas fueran un desastre por la temperatura de las gomas», explicó. En la Super Fórmula, es obligatorio usar los dos compuestos distintos de neumáticos en carrera.
Al final, la jugada salió bien gracias a la presencia del coche de seguridad tal y como el equipo había previsto, permitiéndole a Palou recuperar varias posiciones: «Nos arriesgamos y salió bien a pesar de tener que esperar detrás de Makino a que terminara su parada». El problema llegó con el remate final; mejorar la posición en pista en un circuito revirado y muy técnico que no ayuda a seguir a los demás coches de cerca: «Teníamos muy buen ritmo, creo que uno de los coches más rápidos en carrera, pero era imposible adelantar. Me quedé casi 60 vueltas por detrás de Newey, que iba mucho más lento», comentó el piloto de Nakajima Racing. El problema, parecido al que se vive en la Fórmula 1 y con cualquier campeonato donde los coches tienen una alta carga aerodinámica: «Era imposible pasarle por tema ‘downforce’. A la que iba dos curvas tras él, perdía carga aerodinámica, lo perdía, luego lo volía a alcanzar… y así». Al final, Palou finalizó en cuarta posición.
El resultado vale su peso en oro porque le permite recuperar puntos con respecto a sus rivales, Naoki Yamamoto y Nick Cassidy: «Al final, muy contento porque cumplimos con nuestro objetivo de sumar más puntos que los demás y poder llegar a Suzuka dependiendo de nosotros mismos. Si ganamos, somos campeones». En Suzuka, el ganador se lleva un botín excepcional de 13 puntos mientras el segundo clasificado se lleva los 8 puntos habituales. Suponiendo que Cassidy o Yamamoto firmaran la pole, a Palou le seguiría valiendo la victoria de forma indiscutible ya que el desempate en Japón se resuelve a favor del piloto que ha sumado un mayor número de puntos en una sola carrera. Significa esto que sus opciones llegarán sí o sí intactas al domingo 27 de octubre, donde siempre le valdrá la victoria: «Este era el objetivo que se volvió casi impensable después de la tercera carrera», afirmó.
De momento, las cosas han ido por buen camino en las últimas carreras: «Las cosas nos han salido bien; tuvimos algo de suerte, hemos jugado nuestras cartas mejor que otros y ahora toca preparar Suzuka a tope. Son tres semanas ‘libres’ que tenemos y luego, el fin de semana más importante hasta el momento. Estoy muy contento y súper motivado por intentar ganar el campeonato», declaró Palou. El objetivo final, un título que pocos habrían imaginado al empezar el año pero que podía intuirse por el gran rendimiento que siempre tuvo desde el primer día que probó un Super Fórmula, aún con el Dallara SF14. Para Suzuka, Palou es optimista, teniendo en cuenta lo bien que el equipo rindió en la primera carrera del año allí: «Creo que llegando a Suzuka, sabemos que tenemos un coche muy competitivo pero en la Super Fórmula hay que tener en cuenta la estrategia y luego hay días o fines de semana en los que hay un coche o un piloto que rinde mucho más… así que hay que trabajar duro y con tantas ganas como hasta ahora». La última carrera tendrá lugar el fin de semana del 26 y 27 de octubre.