El pasado sábado, antes de la calificación para el Gran Premio en el óvalo de Nashville, desde Chip Ganassi Racing decidieron cambiarle el motor Honda al monoplaza de Álex Palou, lo que generó una sanción de nueve lugares en la parrilla, algo arriesgado tomando en cuenta que se jugaba el campeonato, pero había que evitar que lo ocurrido en la segunda fecha de Milwaukee se repitiera. De allí que Palou largó en el puesto 15 mientras su rival al título, Will Power, lo hizo desde la cuarta posición. También es de destacar que aunque Palou tenga tres títulos en su vitrina, todavía no ha podido ganar en óvalos, una tarea que todavía está pendiente.
Sin embargo, el piloto australiano tendría este domingo una tarde para el olvido cuando todas sus esperanzas se desintegraron muy temprano. Por absurdo que parezca, en la vuelta 13 se soltó la hebilla de su cinturón de seguridad y tuvo que entrar a boxes para que sus mecánicos lo volvieran a ajustar, perdiendo cinco vueltas en ese trámite. La expectativa que se había creado en torno a la disputa del título se disipó tras ese incidente porque Power estaba obligado a subir al podio y que Palou finalizara fuera de los diez mejores, lo que a todas luces lucía improbable. Así que el piloto español alcanzó su tercer título de la IndyCar, una proeza si se considera que apenas acumula cinco temporadas en la categoría.
Para Team Penske la jornada también fue gris no solamente porque Power perdió su opción de ganar el título de una forma absurda sino que también cayeron en cuenta que Scott McLaughlin pudo haber alzado la corona de no ser por la descalificación en San Petersburgo, cuando se descubrió las irregularidades en el sistema Push to Pass. Otra vez el piloto neozelandés volvió a ser el mejor del equipo a lo largo de la temporada y su tercer lugar en la tabla de pilotos así lo demuestra. Quedará para la reflexión lo acontecido este año ya que si bien el equipo ganó las 500 Millas de Indianápolis con Josef Newgarden, sus esfuerzos por el título fueron infructuosos.
En lo que respecta a la carrera, la victoria correspondió a un brillante Colton Herta, quien se mostró superior a Pato O’Ward en las vueltas finales, ambos pilotos acertaron en la estrategia tanto de combustible como de neumáticos. Para Herta este triunfo representó su primero en circuito oval y salvo los problemas que experimentó en la primera fecha en Milwaukee, su segunda mitad de temporada fue tan buena que le valió alcanzar el subcampeonato de pilotos. El tercer lugar correspondió a Josef Newgarden, quien llegó a liderar buena parte del evento, pero al final no pudo ser rival a la victoria.
Kyle Kirkwood salió desde la pole y lideró 67 de las 206 vueltas con Josef Newgarden acompañándolo durante buena parte del recorrido. A lo largo de la carrera se presentaron tres períodos de precaución, causados por Felix Rosenqvist, Katherine Legge y Marcus Ericsson, lo que permitió variar las estrategias. Cuando faltaban unas 40 vueltas para el final todo parecía a disposición de Patricio O’Ward debido a su ritmo, el mexicano fue a cuatro paradas, para entonces los que apostaron por tres detenciones estaban dosificando combustible y neumáticos, entre ellos Kirkwood. Sin embargo, su compañero, Herta, aplicó la misma estrategia de O’Ward y se mantuvo en la estela de los líderes hasta el momento propicio de atacar.
David Malukas también intentó sorprender con su estrategia, inclusive se colocó líder durante ocho vueltas a falta de unas veinte para culminar, pero corrió la misma suerte que Kirkwood, finalizando en el noveno lugar. Por su parte, Álex Palou se limitó a completar la distancia rodando en zona media, con la tranquilidad que le concedió observar a Power tratando en vano de recuperar vueltas perdidas.