En una cita donde lo deportivo pasó claramente a un segundo o tercer plano la lucha por el título de la IndyCar Series se apretó gracias al segundo triunfo consecutivo de Alexander Rossi. El norteamericano repitió tras el breve parón veraniego y se impuso con una autoridad aplastante en Pocono, donde sólo tres rivales se libraron de ser doblados: Will Power, Scott Dixon y Sébastien Bourdais.
Will Power fue el encargado de marcar la pole en un fin de semana reducido y atípico debido a la amenaza de lluvia. El australiano de Penske aventajó en más de media milla por hora de media a su compañero Josef Newgarden y Alexander Rossi, que veían el cielo abierto en la lucha por el título al encontrarse flaqueando al sólido líder del campeonato: Scott Dixon tan sólo pudo ser 13º el sábado.
Al neozelandés le tocaba remontar, pero su labor se vio tristemente facilitada por los accidentes de las primeras vueltas, incluyendo el múltiple que mandó a Robert Wickens al hospital, dejando estos diezmada la parrilla, con apenas una quincena de coches en marcha en un óvalo enorme y además unos pilotos con bastantes pocas ganas de arriesgar ante lo sucedido.
La prueba se convirtió bajo ese contexto en una cabalgada epsectacular de Alexander Rossi donde sólo Will Power pudo oponer resistencia, liderando puntualmente la prueba. Pero tenía tal ventaja Rossi que incluso se permitió el lujo de levantar el pie en las últimas vueltas para no arriesgar lo más mínimo intentando doblar al tercer y cuarto clasificados, Scott Dixon y Sébastien Bourdais. Quinto finalizó Josef Newgarden, que cede terreno con sus rivales por el título pese a superar a dos de las sorpresas del domingo en Pocono, Zach Veach y Mario Andretti.
Pocono deja así a Alexander Rossi 29 puntos por detrás de Scott Dixon a falta de tres citas, siendo la siguiente en el óvalo corto de Gateway este mismo fin de semana.
Foto | IndyCar Series