Con Scott Dixon al frente de la IndyCar Series tras su milagro en Portland se antojaba muy complicado que Alexander Rossi, Will Power o Josef Newgarden lograran apartar al neozelandés de su quinta corona en IndyCar Series. Pero la labor del piloto de Ganassi quedó facilitada por un monumental error de Rossi en la salida de la carrera definitiva en Sonoma, donde Ryan Hunter-Reay se llevó el triunfo por delante del campeón.
El estadounidense marcó la pauta ya en clasificación, donde se adjudicó la pole position por delante de Scott Dixon. Ahí empezó a torcerse el asalto al título de Rossi, que tan sólo pudo ser sexto, superado tanto por los dos pilotos ya mencionados como por Josef Newgarden, Marco Andretti y un Patricio O’Ward que se convirtió en la revelación del fin de semana. El flamante campeón de Indy Lights fue de la partida con Harding Racing, al igual que Colton Herta, pero el hasta ahora modesto equipo recibió apoyo clave de Andretti Autosport para la ocasión.
Alexander Rossi debía recuperar así posiciones y se lanzó en la salida… donde sirvió en bandeja de plata el campeonato a Scott Dixon al tocarse con su propio compañero Marco Andretti, dañando el alerón delantero y pinchando un neumático. El de Andretti Autosport logró llegar a boxes acortando buena parte del trazado y no perdió vuelta, pero a partir de ahí tuvo que centrarse en ahorrar combustible, alargar paradas aún con unos neumáticos muy desgastados y protagonizar maniobras de desdoblaje frente a Scott Dixon y Ryan Hunter-Reay, los líderes, con la esperanza de que la fortuna le devolviera a la lucha.
Y el golpe de teatro llegó al quedarse sin batería Graham Rahal justo cuando Rossi acababa de realizar su parada. Ello le permitió situarse 20º en mitad de pelotón y la consecuente resalida con neumáticos blandos abrió la puerta a que saltara primero al 13º puesto y fuera sumando adelantamiento a adelantamiento hasta alcanzar el séptimo puesto. Tras su última parada Marco Andretti evitó adelantarle, lo cual le dejaba quinto. Pero se hizo evidente que no había ritmo para llegar hasta un Scott Dixon frío como el hielo y además los neumáticos no dieron para más.
Así, vio la bandera a cuadros primero Hunter-Reay y acto seguido el campeón. Un Scott Dixon que llevando el peso de todo el equipo Ganassi sobre sus espaldas ha conquistado un nuevo título que se suma a los de 2003, 2008, 2013 y 2015 por pura regularidad frente a los destellos y errores de Rossi, que fue finalmente séptimo tras Power, Pagenaud, Andretti y Bourdais. El cuarto contendiente al título, Josef Newgarden, cruzó meta octavo tras calar en una de sus paradas, por delante del notable Patricio O’Ward en su debut en IndyCar Series.
Foto | IndyCar Series