De haber mantenido los colores corporativos de Renault, seguro que muchos aficionados clásicos de la Fórmula 1 les hubiera recordado el Alpine A521 a aquellas famosas teteras amarillas de la era turbo (los más exagerados han apuntado al Ligier JS5) que compitieron para la firma francesa. Ha sido precisamente esa peculiar forma del capó motor la que ha llevado a que muchos aficionados se preguntaran acerca de la razón para que los de Enstone hayan optado por un diseño tan peculiar para la conocida vulgarmente como ‘chimenea’, la cual contrasta con la empleada por el resto de escuderías.
Obviamente, con Renault suministrando únicamente motores a su propio equipo oficial esta silueta no se ha llevado a ningún otro coche que el que está vestido por el azul de Alpine. Ha sido el propio Marcin Budkowski, director técnico de la escudería, el que ha salido al paso de las cuestiones que se han disparado durante los últimos test acerca de esta peculiar forma, apuntan a que se debe simplemente a una reorganización del sistema de refrigeración, priorizando que la zona baja de los pontones fuera mucho más delgada y seguramente contando con un centro de gravedad ligeramente más alto que el año pasado.
Es una elección técnica. Descubrimos que adelgazar los pontones era una dirección positiva, lo que en realidad no es nada nuevo. Así que reempaquetamos y reubicamos algunas de las cosas voluminosas en el automóvil y las pusimos detrás de la entrada de aire. Sí, le da al coche una forma bastante espectacularmente voluminosa, pero descubrimos que funciona para nosotros. Hay compromisos en el centro de gravedad, pero normalmente el rendimiento aerodinámico gana sobre el peso y el centro de gravedad. – Marcin Budkowski
Aunque por el momento se desconoce el rendimiento absoluto del Alpine, con Esteban Ocon y Fernando Alonso centrándose en acumular vueltas, sí ha quedado patente que la fiabilidad no se ha visto comprometida por este nuevo empaquetado de la Unidad de Potencia, con ambos pilotos acumulando muchas vueltas.