Se ha hecho de rogar, pero finalmente este domingo Alpine F1 Team confirmó la esperada contratación de Davide Brivio como nuevo director deportivo de su equipo de Fórmula 1. El italiano pasa así de las dos a las cuatro ruedas con el objetivo de tratar de replicar los éxitos ya cosechados en MotoGP con Yamaha (donde conoció a Luca de Meo al patrocinar Fiat a la casa nipona) y más recientemente con Suzuki.
De primeras es totalmente lógico que sorprenda ver a un equipo de fábrica confiar su estructura a un hombre de fuera de la Fórmula 1. Y más en este caso al haber ido a buscarlo a MotoGP. Pero parece claro que Renault se ha dado cuenta de que para reverdecer laureles muy probablemente le toque pensar y actuar diferente. Cuando reflexiono sobre los fichajes de Fernando Alonso y Davide Brivio por Alpine, lo que se me viene a la cabeza es Moneyball. Y es que pese a apenas mostrar imágenes en competición, Moneyball es no sólo probablemente una de las mejores películas de deporte jamás rodadas sino también la que mejor explica el deporte moderno.
Más allá de recomendar su visionado a quien no la conozca, el largometraje (y el libro en el que se inspira) relata cómo los Oakland Athletics de la MLB trataron de ‘hackear’ el mundo del béisbol aplicando la estadística para obtener resultados a un coste muy inferior que el de sus rivales, con presupuestos inalcanzables. Dudo mucho que Alpine vaya a aplicar la sabermetría del mismo modo, pero algo de eso hay en estos últimos movimientos.
En Renault tienen claro que ni por presupuesto, ni por atractivo deportivo tienen gran cosa que hacer frente a Mercedes, Red Bull o Ferrari. Siempre que quieran fichar talento humano no les quedará más remedio que ir a por las sobras de los grandes. En el caso de Fernando Alonso, estaba claro que no tenía hueco en ninguno de esos tres equipos y que además su edad, sus años fuera de la F1 y su reputación de piloto difícil ayudan a rebajar el caché hasta dejarlo al alcance del equipo ahora conocido como Alpine. Tienen un piloto ‘top’ que de otra manera no hubieran podido atraer.
Con Davide Brivio ocurre algo similar: han ido a buscar talento allá donde se lo pueden permitir. La Fórmula 1 sigue manejando presupuestos muy superiores a MotoGP, por lo que Renault sí puede competir con las Honda, Yamaha, Ducati o Suzuki. Y Brivio ya lo ha ganado todo allí, puede verse atraído por un reto como éste. Pero además su perfil e historial reciente encajan como un guante con las necesidades actuales de Alpine. Al igual que buscará hacer el equipo galo, Suzuki conquistó MotoGP con un presupuesto muy inferior al de los equipos grandes y Brivio debió coordinar dos estructuras alejadas (Japón e Italia), del mismo modo que en Alpine tocará gestionar Enstone y Viry-Châtillon.
Podrá salir bien o mal, pero en ningún caso se puede acusar a Alpine de estar dando palos de ciego. Ahora más que nunca son conscientes de su posición en la Fórmula 1 actual y actúan en consecuencia para tratar de dar el salto. Y Davide Brivio puede ser el hombre.
Foto | Suzuki MotoGP