El mundo de la canción es muy duro. Sólo los mejores pueden llegar a triunfar y si nos olvidamos por un momento de aquellos agentes que consiguen sacar petróleo de artistas mediocres gracias a una buena gestión de márketing, a priori hay que ser extremadamente bueno para tener éxito. En definitiva, quien sabe, canta; quien no, se aguanta. No hay más que hacer. En la Fórmula 1 ocurre algo parecido con la salvedad de que son todos muy buenos y las condiciones de cada uno pueden cambiar carrera a carrera o por lo menos, año a año.
En ese sentido, quien está claro que sabe es Mercedes. Cuánto saben los angloalemanes, eso es algo que ni el mejor de los videntes podría confirmar del todo. Pero la realidad es que Valtteri Bottas ha marcado hoy una vuelta cuatro décimas más rápida que su mejor registro hasta entonces y ya nos acercamos al minuto y dieciocho segundos. Las flechas de plata no están alucinando con sus tiempos por vuelta o con su ritmo pero están siempre arriba de forma consistente. Su velocidad pura es buena, su ritmo es bueno y su fiabilidad es buena. Eso ya es más de lo que otros pueden decir.
Evidentemente -teniendo en cuenta lo dicho-, Mercedes ha marcado el mejor registro del día. Por detrás, sus rivales de Ferrari de la mayoría de días lo pasaron mal hoy. Por la mañana el SF-70H sufrió problemas técnicos que le impidieron rodar tanto como querían. Quien lo impidió fue Pirelli puesto que los problemas acababan con rozaduras en los neumáticos del lado izquierdo del monoplaza y había miedo de que se sufriera un pinchazo que pudiera causar un fuerte accidente. En un tiempo prudencial los chicos de Maranello lo tenían todo resuelto y pudieron volver a salir pero un error de Kimi Räikkönen por la tarde terminó con el coche en el muro y un día poco aprovechado.
Por lo demás, Red Bull y Williams siguieron el guión previsto con los primeros rodando sin inconvenientes hasta los problemas en el MGU-K de Max Verstappen en los últimos minutos. El holandés no se mostró especialmente preocupado pero eso no quita el hecho que no fue algo previsto, lo que les dejó con un sabor ligeramente amargo al terminar la jornada. Aún así, la frase de Verstappen al terminar el día resume bien los sentimientos del equipo: «Sólo nos faltaron un par de vueltas». Tranquilidad en Red Bull y un miedo relativo a que sigan ocultando su verdadero potencial. El tiempo -y Albert Park- dirán pero aún no hay nadie que se atreva a descartarles.
La situación invertida ocurre con un equipo Williams que está resultando sorprendentemente competitiva en días recientes. Los números sugieren prácticamente el nivel de Red Bull o Ferrari según el piloto que está a bordo del FW40 pero pocos hay que se atrevan a contar con ellos en general. Aún así, hay que acordarse de todo aquello que se dijo sobre un nuevo propulsor Mercedes con una buena cantidad de caballaje extra. De ser cierto aquello, todo tendría una explicación mientras que en caso contrario Williams tendría que «cargar» con el mérito. El quinto equipo en el día de hoy fue un Renault que dependiendo de la jornada suben y bajan de manera exagerada.
Force India está algo peor en concepto y a pesar de las «promesas» de Vijay Mallya sobre su no tan secreto objetivo de llegar al top 3, están no sólo lejos de él sino que Sergio Pérez confesaba que han encontrado varias debilidades que tendrán que solventar. En Toro Rosso hoy el día fue algo más tranquilo y aunque fue discreto en el sentido de que los tiempos de Carlos Sainz no fueron espectaculares, por lo menos no hubo problemas graves y el coche de Faenza llegó a unas celebrables 92 vueltas. En la misma línea pero más discretos encontramos a los Haas y Sauber. Curiosamente ambos con los motores Ferrari. Día no muy allá para los motores italianos, que cantaron menos de lo deseado.
Pero quien cantó de verdad en el día de hoy fue Fernando Alonso. Aunque más que cantar, habría que decir que cargó, concretamente contra Honda. En unas declaraciones de las más duras desde que el asturiano volvió al equipo de Woking, certificó que tanto él como McLaren están listos para ganar… y que Honda no lo está. La crítica ha sido despiadada, haciendo alusión a una exagerada cantidad de kilómetros por hora que supuestamente se pierden en recta con respecto a los rivales entre otras cosas. Y por otras cosas, nos referimos a menciones nada discretas sobre los problemas de la marca japonesa.
Una vez más, las ansias de ganar -comprensibles e incluso razonables- del asturiano le pasan factura y hace precisamente aquello que a los japoneses de Honda les va a sentar peor: recibir críticas públicas. Uno no puede más que imaginarse la bonita mañana que van a tener los peces gordos de Tokio cuando se despierten y vean lo que su piloto estrella ha soltado ante la prensa internacional. Que su motor no corre y que Honda es poco menos que la única causa por la que McLaren no está ganando. Sí, él lo hace para que haya una reacción. No, seguramente no será estrictamente cierto. Y por eso es una salvajada.
¿Tiene razón Alonso? ¿Acaso importa? La situación en McLaren es límite. Sin exagerar, desde luego. Por mucho que algunos medios publiquen, el equipo no dejará a Honda antes de comenzar la temporada. Pero si las cosas no mejoran, los japoneses pueden cansarse o simplemente centrarse en otra estructura -¿nos imaginamos a McLaren como equipo no oficial?- y eso podría ser terrible. Algunas voces aún prudentes afirman que la situación actual de McLaren les recuerda a lo que vivió Williams en la época de Toyota y que terminó con una decadencia absoluta en Grove. Un servidor sigue afirmando que no podemos pontificar a día de hoy pero las sensaciones son malas. Muy malas.
Fotos | Larreina (UGS Vision)