El enfado de Dani Sordo era más que evidente. El piloto cántabro, junto a Carlos Del Barrio se encontraba peleando por el triunfo con un Sébastien Ogier inspirado. En ese momento Andreas Mikkelsen ya estaba fuera de carrera después de encontrarse una piedra de grandes dimensiones en medio del camino al inicio de el tramo de El Chocolate. Sordo se quedaba entonces como principal baza del equipo Hyundai, especialmente con Thierry Neuville muy retrasado después de volver a sufrir un día horribilis como el de 2018 que comenzaba con un pinchazo lento en la primera especial del día.
La cara de Andrea Adamo en la retransmisión oficial del Mundial de Rallyes era todo un poema. El italiano salió rápidamente de la pequeña sala del equipo (en las pruebas transoceánicas no utilizan su mastodóntico hospitality) y atendió a desgana las preguntas de los entrevistadores. Con algo más de tiempo para asimilar lo que había sucedido, lo que el mismo había denominado como “el peor día de su vida”, Adamo hacía autocrítica y afirmaba que no podía volver a suceder un problema así, que era una situación inaceptable:
Cuando tienes un coche que no es tan competitivo para competir con los de delante, no puedes permitirte un abandono por un problema de fiabilidad, así que estoy decepcionado. Fue culpa nuestra. No necesito ver el vídeo de lo de Mikkelsen, he visto el coche y eso es suficiente para mí. No es una cuestión de culpa, pero tengo un coche que está parado. Si me preguntas si podría evitarse la roca, no lo sé porque nunca he sido piloto. Puedo hablar sobre algo que sé, cometimos un error porque tuvimos un problema técnico – Andrea Adamo
La situación para el equipo será la de tratar de echar una mano a Thierry Neuville en su búsqueda de conseguir cerrar la brecha de puntos que puede obtener Sébastien Ogier con la clasificación actual de la prueba norteamericana. Mientras que Latvala saldrá en una posición más retrasada debido a que su abandono se produjo antes de las superespeciales, tanto Andreas Mikkelsen como Dani Sordo saldrán primeros a las especiales del sábado para hacerle dicha labor a su teórico jefe de filas. La estructura acumula así otro año con su particular maldición en el Rally de México, en el que han obtenido dos terceros puesto y un segundo en cinco años.
