Sin Volkswagen Polo R WRC 2017 con el que competir, Andreas Mikkelsen tendrá de nuevo que conformarse con lo poco que tiene disponible para esta temporada. Esto se traduce en que el ex-piloto de los de Wolfsburgo estará presente en el próximo Tour de Corse, cuarta cita del calendario de este año, con un Skoda Fabia R5 del equipo oficial, algo que por el momento le permitirá no perder el ritmo hasta que encuentre un asiento con el que pueda volver a luchar por victorias.
El piloto noruego ya estuvo presente en el pasado Rallye de Monte-Carlo en la misma situación, como piloto de fábrica de la firma de Mladá Boleslav y luchando por la victoria entre los pilotos del WRC2. Lo conseguiría, manteniendo en el podio una media sonrisa con la que mostraba su preocupación ante lo que promete ser una temporada sabática para Mikkelsen.
Después de que la FIA no consiguiera que el resto de fabricantes le diera el visto bueno a la participación del Polo R WRC 2017 bajo estructuras privadas, Andreas debía renunciar a su plan de participar en Suecia, Portugal y Polonia con una de las unidades ya preparadas por Volkswagen Motorsport. Sin este plan, con el resto de los equipos oficiales ‘completos’ y con Mikkelsen siendo contrario a pagar por correr ahora que ha llegado a su status de piloto ganador de tres pruebas del WRC, el resto de la temporada se plantea como una larga preparación de cara 2018, tanto en los despachos como fuera de ellos.
Precisamente este último motivo, el no poner dinero por correr, parece que fue uno de los principales motivos que evitó su fichaje por el equipo DMACK, quedándose estos últimos finalmente con Elfyn Evans como único espada.