No quedaba mucho más por discutir. Hace tres semanas, Andreas Mikkelsen confirmaba su llegada a Hyundai Motorsport junto a su copiloto, Anders Jaeger, con la intención de disputar las tres últimas citas del Mundial de Rallyes de 2017 y tratar de ayudar al equipo en la consecución tanto del título de fabricantes como a Thierry Neuville en el del apartado de pilotos. Hoy se ha confirmado lo que parecía un secreto a voces, la pareja nórdica seguirá también las temporadas 2018 y 2019 compitiendo bajo los mismos colores.
En el comunicado realizado por Hyundai hace escasos minutos, se especifica que Mikkelsen firma un acuerdo para disputar al completo ambas temporadas, mientras que Thierry Neuville, Dani Sordo y Hayden Paddon (y sus respectivos copilotos) siguen bajo contrato para la temporada 2018. Mikkelsen ya ha tenido la oportunidad de probar el Hyundai i20 WRC sobre tierra y asfalto, e incluso el equipo le ha pedido ayuda para el desarrollo del i20 R5, aprovechando que el ex piloto de Volkswagen comenzó la campaña 2017 disputando pruebas sueltas del WRC2 al volante del Skoda Fabia R5, algo que lo ha convertido en un activo muy importante dentro de la formación debido al conocimiento de rivales directos para Hyundai en ambas categorías.
Estoy encantado con que Hyundai Motorsport me haya ofrecido la oportunidad de volver al WRC de la forma adecuada con un asiento a tiempo completo para 2018 y 2019. Incluso antes del primer rally con mi equipo, me he sentido adaptado rápidamente. Está claro para mí que me estoy uniendo a un equipo de clase mundial con opciones reales de pelear por ambos campeonatos. Quiero ayudarse a alcanzar estas metas desde el próximo Rallye de Monte-Carlo y en mi caso, luchar yo miso por el título de pilotos.
Falta por conocer cuál será la formación de pilotos elegida para las pruebas que restan esta temporada. A buen seguro dependerá de lo que ocurra dentro de apenas una semana en el Rally de Catalunya. A partir de ahí, la presencia de Dani Sordo en el Rally de Gales parece más que asegurada en una prueba en la que podríamos ver por primera vez alinearse cuatro coches con los colores oficiales de Hyundai.
