Al fin, con más de tres meses de retraso, arrancó el atípico mes de ‘mayo’ en Indianápolis. Y se puede decir que la vida sigue igual, pues en lo que viene siendo la tónica habitual los últimos años, ya podemos afirmar que Andretti Autosport será muy competitiva. Y también tenemos claro que Fernando Alonso no sufrirá el mismo calvario que en 2019, al situarse como mejor piloto Chevrolet. Esos fueron los nombres que más destacaron en la primera jornada de actividad en el Indianapolis Motor Speedway.
El programa del día se dividió en cuatro sesiones distintas. Una para veteranos confirmados, otra para los obligatorios programas de adaptación para rookies y ‘refrescos’, la común para todos y finalmente una adicional que se habilitó para que DragonSpeed pudiera rodar algo con Ben Hanley, prueba de lo apurado del cierre de este programa con el que Indianápolis alcanzó el número mágico de 33 inscritos.
Enrachado como viene esta temporada, a nadie le sorprendió que Scott Dixon fuera quien marcara la pauta en la primera sesión, siendo, de lejos, el más rápido y único capaz de rodar por encima de las 224 millas por hora de media. Pero al final del día se colaron por delante de él dos coches de Andretti Autosport, los de James Hinchcliffe y Marco Andretti (protagonista anteriormente de una de las pocas banderas amarillas de la jornada). Y lo que es aún más significativo: el equipo situó a la mayoría de sus coches en lo alto de las tablas tanto con como sin rebufos.
En este contexto cobra aún más importancia el quinto puesto de Fernando Alonso, por detrás de otro Andretti Autosport (Ryan Hunter-Reay): fue el mejor Chevrolet, superando incluso a los coches de Penske y Ed Carpenter, pese a rodar poco en la sesión libre y asegurar después de su programa de ‘refresco’ que aún le quedaba bastante trabajo por hacer a Arrow SP McLaren para adaptar reglajes al aeroscreen, lo cual no impidió que como mínimo se sintiera satisfecho con la aparente competitividad de su montura.
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Podemos ser también optimistas con lo que le espera a Alex Palou en estas dos semanas, pues el catalán fue de lejos el mejor debutante del día y se coló octavo, entre algunos de los transatlánticos de las IndyCar Series. La anécdota del día hubo que buscarla en A.J. Foyt Enterprises, pues Tony Kanaan se montó en el coche de su compañero Dalton Kellett para ayudarle a encontrar los reglajes adecuados para completar su ‘Rookie Orientation Program’.
Foto | IndyCar Series
