El ingreso de un magnate en la Fórmula 1 para ejercer como propietario de una escudería no es un suceso novedoso, al contrario, han sido muchos los casos en los que multimillonarios han inscritos sus equipos y tras entrar con muchas expectativas han salido por la puerta de atrás. Y es que nadie invierte en un negocio que arroja pérdidas y la Fórmula 1, además de un deporte, es también un negocio. Este año, Lawrence Stroll asumirá su primera temporada completa como reemplazo de Vijay Mallya y desde ahora, Andrew Green, director técnico de Racing Point, adelanta que el presupuesto para competir deberá ser lo más holgado posible para poder confrontar cualquier eventualidad sin sufrir ningún trauma financiero. Habrá que ver entonces cómo se las arregla la administración Stroll para mantener la competitividad y la armonía interna.
Hasta ahora, Lawrence Stroll ha declarado públicamente que el objetivo de su equipo será recuperar el cuarto lugar entre los constructores y a la vez intentar reducir la distancia con respecto a las escuderías más poderosas. Para Green, estas palabras reflejan la intención de aportar recursos para investigación y desarrollo durante toda una temporada y además disponer de dinero para avanzar en el proyecto paralelo que se enfocará en el 2020. Es obvio que los cambios aerodinámicos que entrarán en vigencia en 2019 originarán nuevos monoplazas y eso siempre representará una incertidumbre para quienes se encargan de diseñar y construir, un pequeño error puede significar que se pierda en un instante casi todo el presupuesto destinado para una temporada.
Explicó Green que ahora mismo está en medio de la interpretación de los alerones que la FIA quiere para 2019, es una investigación costosa porque requiere de horas analizando tanto en ordenadores como en el túnel de viento. De todo el proceso se pasará a la producción de varias piezas, distintas configuraciones que serán probadas en pista. Luego de experimentar con ellas se debe iniciar otro proceso de análisis para determinar la efectividad de cada elemento no solamente con respecto a las propuestas propias desechadas sino también con lo que han presentado los demás equipos. Acá se requiere una inversión constante hasta dar con los alerones óptimos para todo el conjunto y más aún para fabricar varias copias de esos alerones, así que cada vez que un piloto rompa un alerón, eso se traducirá en pérdida de dinero.
El año pasado, Lawrence Stroll compró el equipo con todo y los coches, no había riesgos con respecto al rendimiento del conjunto chasis, motor y aerodinámica. Será a partir de ahora cuando empiece a advertir los riesgos, del compromiso de asignar los recursos necesarios para cada programa y además tener dinero reservado para las actualizaciones. Para el equipo Force India de Vijay Mallya todo este proceso hubiera significado un gran problema porque no había fondos disponibles para iniciar esta temporada.
En palabras de Andrew Green:
Sin recursos habría sido una verdadera pesadilla hacer un nuevo alerón, eso nada más representaría un costo enorme. Ahora hay dinero disponible y eso significa poder planificar con confianza en lugar de preocuparse por un programa sobre los demás. Eliminar esas dudas es algo positivo, es un gran cambio estratégico porque eso nos permitirá traer piezas nuevas al coche cuando pensemos que tenemos las respuestas para ir más rápido, eso es mejor que esperar meses por el dinero para una actualización.
Vía | Autosprint