Finalizado el Gran Premio de Bahréin, al director técnico de la escudería Aston Martin se le terminaron las excusas con respecto al AMR22. Más allá de la introducción de un nuevo reglamento técnico, se suponía que su propuesta era una de las más adelantadas debido a que el equipo dejó a un lado el desarrollo del AMR21 muy temprano. Las alarmas se encendieron en la calificación tras observar a Nico Hülkenberg en el puesto 17 y a Lance Stroll en el penúltimo, y se confirmaron en la carrera al mostrarse inofensivos. El alemán fue último y el canadiense finalizó en el puesto doce, posición maquillada por las deserciones de tres pilotos que le precedían.
Green se ganó cierto prestigio como encargado de diseñar los monoplazas de Force India, pero luego se vio involucrado en el caso «Copygate», cuando el equipo se llamaba Racing Point, y desde entonces su creatividad e ingenio han sido puestos en duda. Ahora no puede negar que el AMR22 está a más de medio segundo de los mejores referentes, situación preocupante ya que apenas es la primera carrera del calendario y experimenta problemas de toda índole. Todo apunta a que su concepto para generar efecto suelo y una mayor carga aerodinámica estuvo errado desde el inicio.
Entrevistado al respecto, Green señaló que obviamente la aerodinámica es deficiente, el coche lucha contra el efecto «marsopa», tiene problemas con el piso y además sufre de sobrepeso. El problema es que para corregir los saltos a alta velocidad debe realizar algunos cambios y eso incluye añadir elementos, lo que a su vez aumentaría el peso incidiendo de forma negativa en el rendimiento. Recientemente se comunicó que existe otra versión del AMR22 en el túnel de viento, pero aún no hay fecha para su introducción, sobre eso Green declaró que es preferible reconstruir toda la aerodinámica lo más pronto posible a estar aplicando soluciones en modo de parches.
Lo que complica la situación de Aston Martin es que bajo esta denominación está promoviendo una imagen negativa del fabricante, algo que no sucedía cuando era Racing Point. Ahora disponen de una mayor inyección de recursos, fuertes patrocinadores y de un piloto de grandes credenciales como Sebastian Vettel, pero lucen perdidos en la parte técnica. Se entiende entonces que la planificación y lo invertido no está para luchar con los Williams por los últimos lugares.
En palabras de Andrew Green:
Me temo que tomará algunas carreras antes de que tengamos una solución porque viene a expensas del rendimiento. Podemos deshacernos del ‘porpoising’ en cualquier momento si sacrificamos el rendimiento, pero ese no es el punto. Esto requiere un cambio bastante aerodinámico, es por eso que tomará tiempo. Son reglas nuevas, el coche está bastante crudo en lo que respecta al grado de desarrollo.
Vía | Motorsport Total