Ya concluida la primera edición de los FIA Motorsport Games, los «Juegos Olímpicos» del Automovilismo, es momento de sacar conclusiones, teniendo también en el punto de mira las novedades anunciadas para el año que viene. Stéphane Ratel quería llenar esa falta de los deportes de motor en las Olimpiadas tradicionales, creando su propio evento, fomentando todavía más la importancia en el mundo de la competición de su organización, el SRO. El escenario fue el circuito de Vallelunga, con un evento de presentación en el Circo Máximo de Roma.
Tan solo fueron 6 las categorías presentes en la primera edición. La GT Cup, utilizando el concepto de GT3, y limitado a pilotos plata y bronce, se mostraba como el plato fuerte, continuando a la GT Nations Cup de 2018. Los Turismos, con coches de la categoría TCR, el Drifting, el Slalom de Karting, los eSports y la Fórmula 4, que estrenó el monoplaza de KCMG con sistema híbrido, completaron la lista. Y lo cierto es, que pese a ser una primera edición, funcionaron bastante bien, mientras la meteorología respetaba.
La necesidad de atraer más estrellas
Aún así, es necesario que el evento crezca, y para ello tiene que atraer a las mejores estrellas de cada país. Limitando los GTs a únicamente pilotos bronce y plata, es un poco complicado conseguirlo. La idea de mantener el carácter pro-amateur de la categoría choca un poco con esto, pero ampliar el rango a pilotos oro, combinándolos con bronce, podría potenciar que pilotos de más nombre se apuntaran. En cuanto a los equipos, esta primera edición no se puede quejar. FFF ganó con Japón, el mismo equipo que este año ha dominado las Blancpain, mientras que otras estructuras como TF Sport o AF Corse estuvieron presentes.
El Drifting, los eSports y el slalom de Karting, cumplieron con la base esperada. Atrayendo a bastantes estrellas en los dos primeros casos, y con muchos pilotos jóvenes en el último, que es lo que se buscaba, con mucha participación femenina. Los Turismos atrajeron a varios pilotos del TCR Europeo, pero el momento en el que se disputó, con todavía dos rondas del WTCR por delante, quizás alejó a varios de estar presentes en Vallelunga. Por último, la Fórmula 4 tuvo un buen nivel, con gente que ha estado entre los primeros de los principales certámenes europeos.
Nuevas categorías para la segunda edición
Es momento de mirar ahora al frente, y ver qué hay pensado para la segunda edición, que se disputará si no hay cambios, en Paul Ricard. El número de categorías se duplica, pasando a ser 12. La inclusión también de pruebas fuera de circuito, supondrá sin duda un reto logístico, y para el bien de los aficionados, se debería de plantear disputar el evento en un espacio temporal de una semana.
Añadir una segunda categoría de monoplazas, como en este caso la Fórmula 3, puede aportar la variedad de equipos que no se tiene en F4, donde KCMG y Hitech llevan todas las estructuras. Sin saberse con qué coche se disputará, lo lógico sería emplear el Taatus de la Fórmula Regional, o el nuevo F320 de Dallara. Se podría plantear como el reemplazo del Masters de Zandvoort, salvando las distancias, pero sí al menos reuniendo a los mejores pilotos de la temporada para luchar por el oro.
Carreras de Drag, Subidas de montaña y Autocross, le darán seguro mucha variedad al evento del año que viene. Siendo categorías que al menos a nivel televisivo tienen mucha menos cobertura, puede ser una gran ocasión si el evento crece cada vez más de darlas a conocer. Siendo todas ellas espectaculares visualmente, buscarán sin ninguna duda llamar la atención de la gente, para no centrar tampoco el evento en las carreras de circuito, siguiendo el espíritu olímpico multidisciplinar. Los vehículos históricos también estarán presentes, con todavía nada claro, y suponiendo buscar un concepto como el Goodwood Revival.
Por último, aparece en la lista el Rally. Será una sorpresa si los coches elegidos no son los R5, ya que actualmente son los más potentes de producción, y que tienen una gran presencia en el mundial. Haciéndose el evento en Paul Ricard, nos hace soñar con la inclusión de los tramos del mítico Rally de la Costa Azul, y por qué no, con la aparición de estrellas del WRC. Aunque, posiblemente, se acaben decantando por hacer un recorrido como en el Rallycircuit, donde Sébastien Loeb ganó en 2016, y donde Valtteri Bottas estará presente este año. Otro concepto que podría funcionar, según se ha visto en los últimos años, es añadir una X al final de esa categoría. El RallyCross, pese a su bajón este año, es una categoría muy popular, y que tiene un concepto que sin duda encaja con estos Motorsport Games.
Muchas cosas todavía por decidir, y la necesidad de atraer a pilotos de talla mundial, para que estos Motorsport Games lleguen al concepto de los Juegos Olímpicos, donde se dan cita los mejores deportistas del mundo para luchar por la gloria.