El mercado de los asientos automovilísticos sigue en marcha. La mayoría de los campeonatos no empiezan hasta abril, hecho que aún permite ver movimientos como el de Pierre Gasly en dirección a la Super Fórmula o el de Esteban Gutiérrez hacia la Fórmula E. En medio de estos cambios, António Félix da Costa quiere generarse un hueco y ha mostrado su interés por varías categorías a pesar de estar vinculado a los coches eléctricos.
Tres temporadas infructuosas en el DTM le obligaron a concentrar sus esfuerzos en la Fórmula E, campeonato en el que su velocidad ha obtenido poca compensación en forma de resultados. La reducción del programa de BMW en el DTM también tuvo que ver con la marcha de Félix da Costa, que querría estar en el WEC en 2017 al volante de un LMP2 que le sirviera de preparación para el asalto de la marca bávara al campeonato GTE Pro en 2018. «Espero poder correr en el WEC en 2018. Correr como piloto de fábrica en Le Mans sería impresionante», declaró.
El piloto portugués regresó al Gran Premio de Macao el pasado mes de noviembre y volvió a ganar, igual que en 2012. Su presencia en la ex colonia lusa hizo que le contactaran un par de equipos vinculados con la Super Fórmula. «En Macao, un jefe de equipo importante en la Super Fórmula me preguntó si estaba interesado en correr allí. Después contactaron otros dos equipos. Me encantaría ir a Japón, pero es una posibilidad remota».
Las últimas informaciones dicen que el ex piloto del Red Bull Junior Team estaría interesado en buscar sitio en la IndyCar Series gracias a la posible entrada de Carlin, equipo con el que ya ha competido en otras categorías y con el que ha obtenido sus dos victorias en Macao. «Trevor Carlin ha sido una persona importante en mi carrera y también lo ha sido para António. Me encantaría verle en la IndyCar porque correr en América tiene muchas ventajas, se aprende mucho», explica Tiago Monteiro, piloto del WTCC y mánager de Félix da Costa.
Vía | Autosport y Motorsport
