Ayer por la noche, Antonio García y Jordan Taylor se proclamaron campeones del IMSA Weatertech SportsCar Championship en Laguna Seca. Un título que llega con todavía las 12 horas de Sebring por disputarse, en un año donde la nueva pareja hispano-estadounidense ha demostrado una gran superioridad a los mandos del nuevo Corvette C8.R. Los números hablan por si solos. De las 10 carreras disputadas, el Corvette #3 ha ganado la mitad, haciendo también el mismo número de poles y logrando tres vueltas rápidas. En el resto, han conseguido acabar en tres ocasiones segundos, lo que les sirve para ganar el campeonato a falta de una ronda.
Taylor, en su primer año con García y primer año en GTLM, ha demostrado ser un piloto de talla mundial, mostrando una gran velocidad y regularidad, algo que ya se sabía de su etapa en prototipos. Ayer volvió a ser el más rápido en clasificación y mantuvo el liderato hasta la primera ronda de paradas. Ahí, el equipo Porsche hizo un gran trabajo con el #912 de Earl Bamber y Laurens Vanthoor que les permitió salir en cabeza. Antonio García hizo todo lo posible por superar al piloto neozelandés y, aunque una caution final dejó un sprint de menos de 20 minutos, el 911 RSR se mostró superior, con el español cruzando la línea de meta a menos de un segundo.
Inicialmente y tras la tercera posición del Corvette #4, a García y a Taylor les bastaba con únicamente comenzar las 12 horas de Sebring para ser campeones. Pero una sanción post carrera por no cumplir con la altura mínima del difusor trasero descalificó a Tommy Milner y a Oliver Gavin, otorgando el campeonato a la dupla del Corvette #3. Este es el tercer título del IMSA para García en cuatro años, que se suma al conseguido en 2013 en las American Le Mans Series. El cambio de coche y de compañero le ha venido a las mil maravillas al piloto español, que ha vuelto a la senda de la victoria después de más de dos años sin subir a lo más alto del podio (aunque si consiguió un título sin ganar una sola carrera en 2018). ¡Te lo mereces Antonio!
Penske tira de órdenes de equipo para maximizar sus opciones de título
Los dos Acura del Team Penske dominaron la carrera en la categoría DPi, con Dane Cameron llegando a las últimas vueltas con una cómoda ventaja. Pero para favorecer los intereses del equipo, le pidieron que redujera su velocidad y dejara pasar al coche de Helio Castroneves y Ricky Taylor, que rodaba en segunda posición, para que así el #7 llegara a la última ronda como líder del campeonato. Cameron y su compañero Juan Pablo Montoya han tenido un año muy complicado y el equipo tomó esta decisión táctica para intentar conseguir su segundo título consecutivo.
La tercera posición fue para el Cadillac #31 de ActionExpress, con Pipo Derani protagonizando una buena remontada en el primer stint que le llevó a ocupar junto a Felipe Nasr el último escalón del podio. Más complicada fue la carrera para los dos Mazda, que acabaron cuarto y quinto, pero sobre todo para el Cadillac #10 de Ryan Briscoe y Renger Van Der Zande, que cruzaron la meta en sexta posición. Con estos resultados, la dupla del equipo Wayne Taylor Racing pierde así el liderato del campeonato por dos puntos a favor de Castroneves y Taylor, con solo la ronda de Sebring por disputarse.
En la categoría GTD la victoria y el liderato del campeonato global fue para el Acura #86 del equipo Meyer Shank Racing con Mario Farnbacher y Matt McMurry. Aaron Telitz, que consiguió junto a Jack Hawksworth el título Sprint, está ahora a diez puntos después de haber acabado undécimo en Laguna Seca. Bill Auberlen y Robby Foley acabaron ayer en segunda posición con el BMW #96 del equipo Turner Motorsport, por delante del segundo de los Acura de MSR, el de Misha Goikhberg y Álvaro Parente. La última cita de la temporada, las 12 horas de Sebring, se disputará el próximo 14 de noviembre.