Las 12 horas de Sebring están de vuelta en 2018 y han empezado con una parte diurna más bien tranquila, solo alterada por una sucesión de banderas amarillas consecutivas entre la cuarta y la quinta hora que han cambiado parte del orden establecido en el primer tercio del evento. Pipo Derani, Johannes van Overbeek y Nicolas Lapierre lideran en la primera mitad de carrera al volante del #22, por delante de los Action Express #5 y #31 y el tranquilo dúo de Penske. Nick Tandy, Patrick Pilet y Frédéric Makowiecki encabezan GTLM con el Porsche #911, mientras Ben Keatimg, Jeroen Bleekemolen y Luca Stolz están al frente de GTD en el Mercedes #33.
La salida generó la primera controversia: Olivier Pla intentó adelantar por el exterior de la primera curva a su compatriota Tristan Vautier, que le cerró por el interior. Pla perdió el control del Nissan y se quedó encallado en el pequeño trozo de hierba de esa curva 1. El ex GP2 pudo relanzar la marcha y llegar al pit lane, retirándose el #2 sin completar una sola vuelta. Otros perjudicados iniciales fueron Antonio García y Daniel Serra, ambos con pinchazos en los neumáticos traseros de sus vehículos tras sendos toques con Nick Tandy y Jack Hawksworth, respectivamente.
Apenas habían pasado 20 minutos cuando llegó el primer accidente importante. Sebastián Saavedra trompeó en medio de la última curva al volante del Ligier del AFS/PR1 Mathiasen Motorsports, de tan mala manera que Frankie Montecalvo no le pudo evitar en su Ferrari. Montecalvo volcó e impactó contra el muro exterior pero salió del coche por su propio pie. Ricky Taylor y Felipe Nasr se pusieron por delante de Vautier en boxes bajo caution, alcanzando el brasileño de Action Express al estadounidense de Penske al final de la primera hora. Poco después llegaron las primeras paradas bajo bandera verde, que incluyeron el sobrepaso de Nasr y Johannes van Overbeek a Taylor y un toque entre ambos Ford de GTLM en el pit lane.
García sufrió un problema eléctrico tras apenas hora y media y tuvo que llevar el Corvette #3 al garaje para realizar un cambio en la batería, heredando Jan Magnussen el volante a seis vueltas de los líderes de su categoría. Los problemas pasarían a otros coches, como demostraron el Penske #6 encallado durante un minuto en su pit stall sin motivo aparente y el Audi #44 que tocó a Jordan Taylor cuando el Prototipo salía del pit lane después de una parada. Toni Vilander encabezaba GTLM por delante de los Porsche, mientras el dúo de Ford y el dominador BMW #24 tomaban la estrategia alternativa al demostrar mayor ritmo en pista.
Nasr y Van Overbeek cedieron sus volantes antes del final de la tercera hora, dando paso a un intenso duelo entre sus compañeros, Eric Curran y Nicolas Lapierre. La mayor velocidad en recta del ESM se notaba ante un Cadillac defensivo que se veía obligado a doblar a su compañero João Barbosa mientras se cubría de Lapierre y de Jordan Taylor. Curran dejó el coche a Mike Conway después de ese intenso stint, encargándose el piloto oficial de Toyota de recortar la diferencia con Lapierre generada por el cambio de manos antes de la llegada de una sucesión de banderas amarillas que alterarían la concepción de la carrera.
La primera de esas cautions llegaría por una ráfaga de viento que provocó el vuelo de una carpa, probablemente usada por un espectador. Dicha carpa cayó sobre el asfalto de Sebring y dio paso a una bandera amarilla que benefició al Ferrari de Risi y al Penske #7, en boxes cuando se activó el protocolo de seguridad. En diez minutos salieron dos cautions fugaces. Alex Brundle perdió el control de su Ligier justo antes de tomar la resalida al doblar a muchos GT por la parte sucia de la recta trasera, quedándose sin agarre en sus neumáticos y trompeando en la penúltima curva.
Esa interrupción duró apenas una vuelta y vino seguida por la aparición de restos en la recta de meta, fruto de la colisión entre el BMW de John Edwards y el Ford de Dirk Müller. Edwards dañó el frontal del #24 y Müller se llevó un pinchazo que obligaría a realizar reparaciones en la parte trasera del #66, eliminados ambos coches de la lucha por la victoria. Pipo Derani pasó a Hélio Castroneves por el liderato en una resalida, la misma en la que Christina Nielsen trompearía en la penúltima curva; la danesa evitaría complicaciones sacando su Porsche antes de que la alcanzara el pelotón.
James Calado y Earl Bamber mantuvieron una buena pelea en GTLM detrás de unos líderes que se escapaban, cerrando Calado el top 5 de marcas distintas en la categoría profesional de GTs liderado por Porsche, Corvette, Ford y BMW. Sheldon van der Linde era el líder en GTD con el sólido Audi de Montaplast by Land-Motorsport, que ya destacó en Daytona, pero las múltiples cautions dejaron al coche alemán enzarzado en la pelea multitudinaria de la división más pequeña; entre ellos el Lamborghini de Sellers y Snow y los peligrosos coches nipones de estructura estadounidense por parte de Acura y Lexus.
Alessio Picariello y Sean Rayhall infringieron distintos apartados de las paradas en boxes, viéndose obligados los pilotos del Audi #29 y el Lexus #15 a cumplir sendos drive-throughs que les alejaban de los rivales en la habitualmente igualada GTD. Peor le fue a Dominik Baumann, que provocó una caution al salirse de pista con el capó levantado en el Lexus #14 y llevarse por delante un letrero publicitario, que el alemán pudo quitarse de encima aunque no a tiempo para evitar la aparición de la bandera amarilla.
Derani, Connor De Phillippi (sin parar en el BMW #25) y Luca Stolz (robando la primera posición en boxes al Lambo #48 al volante del Mercedes #33) son los líderes a mitad de carrera, justo al final de la caution por letrero de Baumann. Magnussen y Mike Rockenfeller han pilotado el Corvette #3, ya sin opciones de obtener resultados de importancia al perder más de 40 vueltas con múltiples problemas eléctricos y de batería. Porsche es la única marca con opciones dobles en GTLM ante la caída de un BMW, un Corvette y un Ford.