Si alguien ha visto la Top Gun original o su reciente secuela Top Gun Maverick, le va a sonar esa historia. ¿Alguna vez has soñado con arrancar un coche de competición, ya sea de circuitos o de rallyes? Los que son derivados de serie no tienen demasiada complicación, pero los que nacen propiamente dichos como coches de rallyes te van a sorprender…
No es tan simple como meter la llave o pulsar un botón, como estamos acostumbrados
Desde fuera, es complicado ser consciente de hasta qué punto un coche de competición – uno propiamente dicho – es diferente a un coche de calle, aunque por fuera pueda parecer similar o comparta el chasis y los puntos fuertes de construcción. De hecho, suele ser esa la idea por cuestiones de marketing o imagen de empresa. Pero, es tan diferente que ni siquiera es igual para arrancarlo. Más bien tiene que ver con un caza.
Si hablamos de un coche de Grupo N o Grupo A de poca preparación – por ejemplo, un coche de copa monomarca o de iniciación, ya sea de rallyes o circuitos – arrancará con una llave normal y corriente dado que esa parte no cambia con respecto al modelo de calle. En el caso de un coche propiamente de carreras, no sólo cambian las sensaciones, sino que es necesario realizar un protocolo.
Como vemos en este vídeo, hace falta iniciar una secuencia de botones, comenzando con la batería o Main Switch para continuar con el resto de la secuencia. No es tan largo como la secuencia para iniciar un caza, con más de 20 interruptores y botones necesarios antes de sacarlo del hangar, pero aún así llama la atención la gran diferencia con respecto a los coches que utilizamos para nuestro día a día.
Cabe destacar que en este caso se trata de un Peugeot 207 S2000, un coche que ya tiene en torno a 15 años, aunque se ha visto en tramos internacionales hasta 2014 de manera común. En algunos coches más modernos, como el actual 208 Rally4, la botonera, además de ser más simple, se sitúa en la parte alta de la consola central, donde normalmente encontraríamos la pantalla multimedia en un coche normal. De hecho, utiliza una forma similar.
La explicación está en la gasolina y el aceite, entre otros factores
Esto es así porque tanto el motor como la mecánica de un coche de competición está hecho, como es obvio, para correr y funcionar a altas temperaturas, no para arrancar de inmediato para la practicidad de un coche de diario. Necesita que la bomba de gasolina esté funcionando en su ventana operativa óptima, al igual que la presión de aceite (el botón rojo que se presiona en el vídeo) y que la temperatura del propio motor. Estos coches utilizan además gasolina de alto octanaje, la cual no es tan fácil de prender como la convencional de las gasolineras.
De hecho, en un Fórmula 1 se necesita precalentarse y conectarse a un ordenador, operando embrague, caja y centralita, para arrancarlo (además de que no llevan motor de arranque). En el caso de un F1 se lleva al extremo teniendo en cuenta que todos los componentes se compactan al máximo, de manera que el aceite ha de estar a la temperatura correcta sin pasarse y evitar puntos calientes.