Es junto a MINI, Peugeot, Toyota y SsangYong, uno de los cinco fabricantes de automóviles que estará representado oficialmente en la próxima edición del Dakar y, por lo tanto, una de las grandes novedades de la carrera junto a la aventura iniciada por Óscar Fuertes, Diego Vallejo y los hombres de SsangYong España. Los nuevos inversores de Borgward se han propuesto revivir a la marca germana por todo lo alto y es por ello que, confiando en la experiencia de Wevers Sports, decidieron dar el salto final y volver a poner en ‘órbita’ el nombre de uno de los fabricantes germanos más relevantes de mediados del Siglo XX.
Tal y como se esperaba serán finalmente dos las unidades presentes, la primera de ellas, para el líder del equipo y piloto local, el peruano Nicolás Fuchs, el cual afronta su segunda participación en la prueba con la vitola de haber sido el mejor debut de un piloto latino dentro de la categoría de coches, terminando 12º al volante de uno de Mitsubishi Racing Lancer (muy desarrollados y modificados respecto al vehículo original, entre otras cosas con motor nuevo) que tiene en propiedad el equipo holandés.
Junto a él, haciéndole las labores de apoyo y de, llegado el caso, asistencia rápida, el propio Erik Wevers, piloto muy experimentado que se ha dejado ver en distintos campeonatos nacionales (principalmente Benelux) al volante de sus habituales Subaru Impreza WRC S14, Ford Focus RS WRC o Skoda Fabia WRC. En lo que respecta al coche, ya lo pudimos ver durante la jornada de ayer, en la presentación en Paris de la 40ª edición del Dakar, confirmando nuestras sospechas de que el equipo, más allá de haber elegido una carrocería de Borgward BX7, ha confiado en una configuración muy conocida para ellos como es la del último Mitsubishi oficial que disputó el rally-raid.
Recordemos que el Racing Lancer fue la medida a la desesperada de una Mitsubishi ya azotada por la crisis económica. Con él, la firma de los diamantes trató de plantar cara a los Volkswagen Race Touareg (los cuales por entonces todavía no habían cosechado su primera victoria) y los BMW de X-Raid, intentando prolongar su racha de éxitos también en Sudamérica. Sin embargo, el coche no se adaptó y su rendimiento fue decepcionante.
Tras la retirada de la firma nipona de la competición, diversos equipos privados tomaron las riendas del proyecto. En el caso de Wevers, se decidió utilizar un bloque V8 del Ford Mustang Coyote, de 5,0 litros de cilindrada, para lo que hubo que reacondicionar por completo en su día el HRX. Ahora se desconoce qué motor lleva el BX7 DKR, pero no será de extrañar que se haya optado por una medida similar.