Sin duda este es uno de los elementos en los que la experiencia es un gen diferenciador. Fernando Alonso sigue teniendo en el recuerdo lo que sucedió en las 500 Millas de Indianápolis de 2017, no solo por el abandono por rotura de motor cuando estaba peleando por la punta, sino todo el proceso que lo llevó hasta allí, lo que aprendió, cada uno de los detalles a mejorar y las ventajas que podía sacar respecto al resto. Es por ello que, cuando se dé el Green el próximo 26 de mayo en Indiana, Alonso querrá tener todos esos elementos que no tuvo por la mano en su debut.
Uno de ellos sin duda será el cockpit y más concretamente el asiento a utilizar en su monoplaza. En una carrera de 500 Millas es vital sentirse relativamente cómodo cuando te acercas al límite, teniendo obviamente mucha influencia en ello la posición de conducción y la evolución física a lo largo de tantas vueltas de carrera y con tantas G’s actuando sobre tu cuerpo. Son 800 curvas a la izquierda a más de 350 km/h, lo que es capaz de acumular fatiga n solo en los músculos del mejor preparado, sino también en el apartado mental.
En la Fórmula 1, el asiento de fibra de carbono se fabrica con la idea de ser retirado del automóvil con el conductor en un accidente. En IndyCar, la cabina del piloto contiene más relleno, el asiento está hecho de más espuma que de carbono.
La cabeza del piloto asturiano estará sometida a una fuerza centrífuga igual a cuatro veces su peso en cada una de las curvas, por lo que será muy importante encontrar un lugar para descansar la cabeza que suele denominarse como “padding”, el cual permite mantener la cabeza recta incluso en las curvas a alta velocidad. En el pasado ya hemos visto a pilotos de Fórmula 1 utilizar la mano como apoyo entre el casco y el cockpit en determinados circuitos en los que se gira al contrario de las agujas del reloj o con curvas especialmente exigentes para esa zona del cuerpo. Este es el espectacular trabajo que hay detrás de un elemento al que en muchas ocasiones no se le da la importancia que tiene.
La otra diferencia radica en el compartimiento de la pierna. En la Fórmula 1, el piloto usa los frenos en cada vuelta, mientras que en Indy nunca los toca, excepto para entrar en los boxes. Lo más importante al ajustar los pedales es verificar que sus pies estén alejados del pedal del freno. De esta manera, no hay probabilidad de que él pueda descansar accidentalmente sobre él. Pasamos mucho tiempo trabajando en este tema. Ambas piernas son empujadas a la derecha para una carrera tan larga.