Cuando la FIA decidió introducir el halo de cara a la temporada 2018 del Mundial de Fórmula 1 justificó su elección por encima de cúpulas integrales, del ‘aeroscreen’ propuesto por Red Bull o del ‘shield’ debido a los problemas de visibilidad que éste presentó cuando Sebastian Vettel probó este último en entrenamientos libres. Pero ello no ha frenado a la IndyCar Series, que probará una solución muy similar la próxima semana.
Tras dos años de desarrollo por parte de los organizadores de la categoría norteamericana, el primer test de este parabrisas tendrá lugar el jueves 8 de febrero en el óvalo de Phoenix. El encargado de evaluar por primera vez este artilugio será Scott Dixon, uno de los pilotos más experimentados de la categoría, y lo hará en distintas condiciones de visibilidad: bajo el sol, al atardecer y con iluminación artificial.
Según Jay Frye, presidente de competición y operaciones de la IndyCar, «ha sido un largo proceso (…). hemos buscado crear un elemento de seguridad que luzca estético y funcione en todo tipo de condiciones». Los materiales son muy similares a los de las cúpulas de los cazas y en principio resulta más resistente y ligero que el policarbonato, también evaluado con anterioridad.