Justo en la edición en la que se lo habían tomado con más calma en el inicio, Sébastien Loeb y Daniel Elena se despiden del que puede ser su último Dakar sin apenas haber demostrado de qué podían ser capaces y sin llegar a liderar, algo que sí lograron en sus dos experiencias previas. Llegaban más preparados que nunca, demostrando en el Ruta de la Seda que estaban en disposición de volver a marcar el ritmo, mientras que Elena, el inseparable copiloto de Loeb y amigo, había trabajado aún más la navegación para no ser sorprendidos por los Waypoints ocultos que había tramado Marc Coma.
La victoria de etapa en el cuarto día parecía toda una declaración de intenciones. Era una etapa complicada y con mucha arena, justo el estilo de especial que Loeb decía que no se adaptaba a su conducción. Eran segundos en una carrera que parecía ser un mano a mano entre los tres Peugeot ‘supervivientes’, precisamente los tres más rápidos en carrera según el director de la estructura francesa, Bruno Famin.
Sin embargo, ayer no fue el día de la pareja nueve veces Campeona del WRC. La caída en un agujero en el kilómetro 5 de la sexta etapa dejaba fuera de combate a un Daniel Elena que tras pasar por los médicos era diagnosticado con una fractura de coxis. El nombre de ambos ya forma parte de una larga lista de 72 abandonos: 25 motos, 6 quads, 12 camiones y 29 coches y UTV.
Fue un comienzo muy complicado: la arena estaba muy suelta, el coche simplemente no subía por las dunas, y nos quedamos atrapados más o menos de inmediato durante 20 minutos más o menos. Luego, cuando pudimos arrancar de nuevo, conseguimos seguir las huellas de todos los demás, y eso ayudó mucho. Llegamos a un lugar donde había otro competidor parado en una cresta. Vimos a Nasser subir mientras perdía velocidad y para no tener que detenernos mientras subíamos, fui directamente a la derecha para evitarlo, pero había un agujero justo después de la cresta que no habíamos visto. Daniel sufrió mucho por el impacto. Incluso terminamos la etapa muy lentamente, para no empeorar el dolor.
La lesión le obligará a afrontar una recuperación antes de comenzar con los test previos al Rally de México. El monegasco ha reconocido que puede estar sin problema de pie o tumbado, pero que le resulta imposible estar sentado, algo que obviamente no es compatible con competir en un WRC por los exigentes tramos de la cita norteamericana. La prueba de fuego será mucho antes, concretamente en el próximo Rallye de Monte-Carlo de Históricos, en el que Daniel quiere competir un año más.
Por lo general, no me quejo, pero aquí no pude continuar. No es razonable continuar una carrera como el Dakar con el coxis fracturado. Cuando estoy de pie o acostado, estoy bien, pero cuando estoy sentado me siento mal.