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Así se fabrica el MINI John Cooper Works Buggy que llevará el Dream Team en el Dakar 2019

Cuatro semanas, tres mecánicos, dos ingenieros, un fabricante y un instalador de la parte eléctrica. Esto es todo lo que necesita X-Raid y MINI para dar a luz uno de los nuevos John Cooper Works Buggy con los que competirán Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Cyril Despres en el Dakar 2019 que tendrá su primera etapa el próximo lunes 7 de enero. Un prototipo de tracción trasera que cumple con la normativa T1 de la FIA y que pretende seguir con los éxitos cosechados por Peugeot Sport con sus respectivas versiones del buggy.

Con Carlos Sainz embarcado en el proyecto desde el pasado mes de junio, X-Raid no ha perdido el tiempo en ningún momento. Durante la segunda mitad de 2018 se ha volcado toda la experiencia del piloto madrileño en el desarrollo de un Buggy que llegó con el tiempo justo al pasado Rally Dakar. No es para menos, además de ser el ganador de la última edición de la prueba sudamericana, la que correspondía a la 40ª ocasión que se disputaba el rally-raid creado por Thierry Sabine, Sainz ha encabezado el desarrollo de algunos de los buggies más competitivos que han pasado en la era moderna por la carrera organizada por ASO.

La intención es que a la segunda ocasión vaya la vencida, en este caso con un grupo de tres pilotos que renovarán por completo a la estructura que utilizó X-Raid para su debut en 2018, con Mikko Hirvonen y Bryce Menzies abandonando la formación y con Yazeed Al-Rajhi regresando al MINI JCW Rally 4×4, vehículo con el que se encuentra mucho más cómodo. Desde que se diera la luz verde al proyecto en febrero de 2017, más de 50 ingenieros del equipo germano han tomado parte del diseño y desarrollo del mismo, número al que debemos sumar la colaboración del resto de socios técnicos que se han implicado en la creación de este buggy que de lograr el triunfo será el tercer equipo con un coche de propulsión capaz de conseguirlo después de los de Peugeot Sport y el de Jean-Louis Schlesser.

Mucho ha cambiado este vehículo que pilotará el Dream Team a partir del lunes 7 de enero con el que comenzó a rodar en septiembre de 2017 en el cuartel general de X-Raid en Trebur. MINI y los hombres de Sven Quandt han querido que conociéramos todos los entresijos de la construcción de cada uno de estos coches, razón por la que se han encargado de detallarnos el proceso completo desde el diseño final hasta el último paso del ensamblado.

El chasis multitubular es encargado a CP Autosport, un reputado especialista alemán que ha trabajado en otros proyectos como la jaula de seguridad de los vehículos del DTM o el Halo de los monoplazas de la Fórmula 1. La empresa francesa de Faster es la encargada de dar el siguiente paso, en este caso uniendo la carrocería de plástico reforzado con fibra de carbono y Kevlar al entramado de tubos de acero y al subchasis, para posteriormente comenzar a ‘rellenar’ la estructura con elementos como los depósitos de combustible o los distintos aislamientos térmicos y sonoros.

El propulsor, montado a mano por BMW Steyr y basado en el BMW 50d que es recalibrado y situado en posición central trasera para ayudar a un gran reparto de pesos. X-Trac es la encargada de diseñar específicamente una caja de cambios secuencial de seis velocidades para este buggy, con las facilidades de diseño que permite revisar, desmontar o reparar sin necesidad de retirarla por completo. Recordemos que uno de los principales talones de Aquiles fue precisamente la configuración de la caja de cambios, la cual dejó precisamente fuera de carrera a Carlos Sainz en 2016 al romperse la carcasa que además estaba integrada en la suspensión trasera.

Como ya vimos en el caso del trabajo que realizaba Skoda Motorsport en Mladá Boleslav con las unidades del Skoda Fabia R5 (la firma checa es capaz de hacer 12 unidades por mes), a partir de este cascaron se comienza a realizar el montaje del resto de elementos, entre ellos el tren motriz, sistema de escape responsabilidad de Akrapovic, la dirección, las suspensiones firmadas por Reiger, los frenos, sistema de refrigeración y el esquema eléctrico que previamente ha sido ‘hilado’ en un complejo mapa de cables, interruptores y fusibles completamente inteligible para los profanos en la materia. Por último, el habitáculo recibe el resto de las piezas, entre las que nos encontramos los cinturones, sistema de extinción de incendios y por último los baquets. El trabajo de un mes se traduce en la apuesta más arriesgada del equipo X-Raid en su historia.

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Iván Fernández

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