Hasta ahora habíamos visto a Dani Pedrosa siempre subido en un Honda de Moto GP enfrentándose por ejemplo a monoplazas de las IndyCar Series, pero hemos tenido que esperar hasta este mes de junio para ver al piloto dar un salto similar al que acometió Marc Márquez durante el día de ayer. En este caso, el piloto de HRC hasta final de temporada tuvo que compartir jornada con Tony Cairoli, aunque no dudó en emplearse a fondo con el acelerador.
No están siendo sin duda unos días fáciles para Pedrosa después de anunciarse que no renovará con la firma del ala dorada, precisamente marca con la que dio el gran salto al Mundial de Moto GP y que finalmente apostará por una alineación con Marc Márquez y Jorge Lorenzo como protagonistas que extrapolado a la Fórmula 1 sería prácticamente como juntar en un mismo equipo a Lewis Hamilton y Sebastian Vettel.
Aunque no lucía en todo momento su amplía sonrisa habitual, Dani disfrutó de su primera vez en un monoplaza de Fórmula 1, en este caso, pilotando el RB8 sobre el asfalto del Red Bull Ring, el mismo que acogerá los Grandes Premios de Austria de ambas disciplinas con menos de mes y medio de diferencia entre ambos. Si ayer era Márquez el que destacaba lo mucho que cambiaba la aproximación a las curvas, especialmente las frenadas respecto a MotoGP, hoy era Pedrosa el que afirmaba que había sido el paso por los giros y la gran cantidad de fuerzas G ejercidas sobre el cuerpo del piloto lo que más le había sorprendido.