En plena tormenta sobre la rumoreada decisión de Renault de dejar de suministrarles motores a finales de 2018, Christian Horner sorprendió a la prensa recordando que Red Bull ya tenía un socio fabricante de automóviles con el que pretendían extender su colaboración. Dicho y hecho. Aston Martin, ya patrocinador de Red Bull Racing, pasará a figurar como ‘title sponsor’ del equipo de Fórmula 1 en 2018. Pasará así a llamarse «Aston Martin Red Bull Racing».
El acuerdo recuerda mucho al que vinculó a Infiniti con Red Bull Racing durante varias temporadas y no es ninguna casualidad, pues el hombre detrás de ambos patrocinios es el mismo: Andy Palmer. El directivo inglés fue presidente de Infiniti y mano derecha de Carlos Ghosn hasta finales de 2014, cuando pasó a tener plenos poderes en Aston Martin. Ello motivó igualmente la colaboración de Red Bull y Adrian Newey en el proyecto Aston Martin Valkyrie.
El comunicado lanzado este lunes asegura que la apuesta de Aston Martin por la Fórmula 1 va más allá de un cambio de nombre, pues en el contrato figura también la construcción de un Centro de Prestaciones Avanzadas junto a las instalaciones de Red Bull Racing en Milton Keynes. Allí trabajaran 110 empleados de Aston Martin para crear sucesores del Valkyrie, cuya entrega a clientes está prevista para 2019.
¿Y en lo estrictamente deportivo? Según Andy Palmer «las discusiones sobre motores en F1 son de nuestro interés, pero sólo si las circunstancias son las adecuadas. No estamos listos para entrar en una guerra de motores sin restricciones en su coste o las horas de dinamómetro, pero creemos que si la FIA crea el entorno adecuado nos interesaría estar involucrados». De todos modos no está de más recordar que para sus coches de calle Aston Martin depende directamente del suministro de motores por parte de AMG… ¿Servirá la intermediación de Aston Martin para mejorar las deterioradas relaciones entre Red Bull y Mercedes?
Foto | Red Bull