La Fórmula 1 terminaba la pasada semana con la noticia de que Aston Martin regresaba a la categoría después de que Lawrence Stroll hiciera efectivo su interés por la firma británica con la compra de una gran participación dentro de la compañía. El empresario canadiense conseguía entonces unir lazos entre dos de sus propiedades, devolviendo además en 2021 el nombre de la marca alada 61 años después de su última participación en la categoría reina.
Sin embargo, el nombre de Aston Martin está más asociado con la resistencia y no con la Fórmula 1, un campeonato por el que la firma pasó sin pena ni gloria en la década de los cincuenta cuando se encontraba peleando frente a algunos de los principales fabricantes europeos de deportivos como Ferrari o Mercedes-Benz, así como la Maserati de Juan Manuel Fangio.
La llegada del DRB4 para la temporada 1958 no cumplió con las esperanzas que habían puesto en él los principales responsables del proyecto. El Maserati 250F del piloto argentino seguía siendo una de las grandes referencias, mientras que los Cooper o los Lotus demostraban que el camino era la implementación de una configuración de motor trasera, mientras que los Aston sufrían con su motor 6 cilindros en línea de 2.5 litros en disposición delantera, con un peso mayor respecto a sus rivales que no podría ser enmendado debido a lo limitado de recursos económicos que estaba el programa.
Mientras que Aston Martin triunfaba en las 24 Horas de Le Mans de 1959, los resultados en los Grandes Premios no serían demasiado determinantes, con un sexto puesto como mejor resultado en Portugal y Gran Bretaña cosechados por Roy Salvadori. Había que buscar soluciones y la marca presentó el DBR5 de cara a la temporada 1960, pero de nuevo sin ser una revolución mecánica. Los resultados de nuevo estuvieron lejos de cumplir con las expectativas, tomando la firma de Gaydon decidiendo centrarse en la resistencia, donde conseguirían otras tres victorias en Le Mans ya en la categoría GT con el inicio del Siglo XXI.
¿El regreso del British Racing Green a la Fórmula 1?
Aunque ha sido su sponsor principal, BWT, la encargada de poner el toque de color a la librea de Racing Point durante los últimos años, con ese inconfundible rosa que ha vestido a los de Silverstone en la Fórmula 1, no puede descartarse que con el regreso de Aston Martin oficialmente a la categoría seis décadas después pueda también regresar el BRG que ha acompañado tradicionalmente a los fabricantes británicos.
Aston Martin ha utilizado habitualmente el British Racing Green en sus Vantage de resistencia hasta que con la última generación se decidiera por un tono mucho más fosforescente. De confirmarse el regreso del verde, sería recuperar una imagen mítica que ha caído en desuso durante la última década, después de las desapariciones de Jaguar y posteriormente de Caterham.