Declaró Andy Cowell, actual jefe de la escudería Aston Martin, que tras realizarse una reunión de emergencia a inicios de esta semana para discutir las posibles razones del bajo rendimiento del ARM25 esta temporada, se llegó a la conclusión de que la causa principal sería un error de correlación que arroja el nuevo túnel de viento ya que el mismo coche pasó por en antiguo y la información recopilada de los sistemas informáticos era muy distinta. El área técnica de Aston Martin permanece desconcertada porque el AMR25 representa un gran paso atrás con respecto al coche del año pasado, razón por la cual apartaron de su cargo a Dan Fallows.
El AMR25 se ha mostrado como un monoplaza de media tabla hacia atrás, no parece tener el ritmo suficiente para avanzar y se advierte como una base muy deficiente para desarrollar. El problema para la escudería de Silverstone es que la cuantiosa inversión planificada para este año está en vías de perderse porque les está costando progresar. Según Cowell, los ingenieros todavía están aprendiendo a utilizar las nuevas herramientas que llegaron a la fábrica y por tal razón no han podido descifrar lo que se requiere para sacar un mayor provecho del AMR25. En su declaración volvió a asegurar que Adrian Newey está concentrado en el 2026 y hasta ahora no ha mostrado interés en analizar el actual monoplaza para dar su opinión acerca del concepto.
Añadió que el AMR25 pasó por el nuevo túnel de viento para contribuir con su desarrollo, pero la información resultó confusa hasta el punto de admitir que no está bien calibrado el dispositivo o el personal a cargo se equivocó en algún procedimiento. Y es que le resulta preocupante que la información proveniente de los dos túneles de viento que disponen no coincidan, es obvio entonces que padecen un problema de correlación y ahora deben centrarse en descubrir dónde inician los inconvenientes. Las horas en el túnel de viento son limitadas así como las pruebas realizadas con CFD, de allí que experimenten problemas asociados a las nuevas instalaciones porque es una tecnología muy avanzada que cuesta optimizar y comprender en su totalidad.
En palabras de Andy Cowell:
El año pasado nos costó diferenciar entre lo que decía el túnel de viento y el resto de los sistemas, ambos nos decían que harían el coche más rápido. Pero entonces caímos en cuenta de los problemas y resulta que tus rivales mejoran el rendimiento y te quedas atrás. Tenemos una fábrica nueva y herramientas excelentes, pero necesitamos optimizar su uso para ganar precisión.
Vía Nextgen Auto