“Estaba realmente al límite tratando de seguir a Carlos”. Por segunda etapa consecutiva, Monsieur Dakar destacaba la actuación de Carlos Sainz nada más llegar a la meta. Si ayer fue especialmente clave el trabajo de Lucas Cruz para guiar al madrileño en ese mar de rocas, hoy ha sido el bicampeón del Mundo de Rallyes y dos veces ganador del Dakar (2010 y 2018) el que ha dado todo un recital de cómo se pilota sobre arena, entre hierba de camello y con rocas y pequeños montículos.
Solo un pinchazo alteró el ataque furibundo de Sainz, el cual consiguió dar caza a Peterhansel que salía seis minutos por delante y sufría dos pinchazos, así como a un Nasser Al-Attiyah que salía tres minutos por delante de la pareja española. El qatarí destacaría rápidamente que lejos de ser un terreno favorable para los 4×4 con la arena, la falta de dunas hacía que los buggies pudieran aprovechar mejor su recorrido de suspensiones, ligereza, reparto de pesos óptimo y gran ángulo de ataque para poder imprimir un ritmo difícil de igualar: “Fue una buena etapa para nosotros, pero la ruta era mejor para los buggies que para los 4×4”, decía el piloto de Toyota a su llegada, todavía inédito en esta edición 2020.
Lo cierto es que, a sus 57 años, Carlos Sainz está siendo tan competitivo como en su primer Dakar, con un coche que ha ganado rendimiento de forma exponencial durante los últimos dos años a pesar de lo traumático del fallido proyecto Zebra Buggy de X-Raid. Los conocimientos técnicos, trabajo y rigurosidad de Sainz se han notado desde el primer día, acumulando todo lo aprendido con los anteriores 4×2 que ha pilotado y desarrollado, desde los de Jefferies hasta los Peugeot 2008 DKR16 y 3008 DKR, pasando por el SMG.
La exhibición al ataque de Carlos Sainz en la 5ª etapa:
El momento de la retirada está cada vez más cerca tal y como ha reconocido el propio Carlos recientemente, aunque esto será cuándo él quiera, ya que está demostrando que sigue estando a un nivel de pilotaje inalcanzable para muchos. La presencia de otros focos mediáticos no debe desviar la atención de que estamos frente a toda una leyenda no solo del automovilismo español, sino ante uno de los mejores pilotos de la historia, tanto del WRC como de las carreras en general, por lo que es un buen momento para disfrutar de figuras como la suya o la de Stéphane Peterhansel antes de que tomen la decisión de colgar los guantes.
Lo visto hoy es una demostración perfecta de cómo atacar con un buggy o “arenero” sobre este terreno, y el propio Stéphane no ha podido hacer otra cosa que quitarse el sombrero. Mañana la historia seguramente sea muy distinta, obligados a abrir pista y con una etapa 100% sobre arena:
Hoy era un tipo de escenario completamente diferente. Para nosotros no fue realmente perfecto porque tuvimos dos pinchazos. Uno al principio en una roca, pero también un pinchazo lento en las dunas. No sé por qué, tal vez solo un pequeño arbusto. Así que tuvimos que parar dos veces y la segunda vez Carlos me alcanzó y traté de seguirlo en las dunas y la hierba de camello, pero fue muy rápido. Él empujó mucho y yo estaba realmente al límite seguirle. Después de eso, adelantamos a Nasser, antes de terminar los tres juntos, como en una final de motocross – Stéphane Peterhansel