Wolfgang Ullrich, director de Audi Motorsport, descartó cualquier interés de negociar los motores V8 aspirados que utilizan en el DTM para que sean utilizados en la clase LMP1 del Campeonato Mundial de Resistencia. Al parecer, algunos equipos privados interesados en ingresar al WEC se han comunicado con Ullrich para conocer su opinión acerca de alquilar los motores del RS5 que son asignados al turismo alemán. Pero la respuesta ha sido negativa porque más allá del dinero, a Audi no le convencen las estructuras que realizaron la solicitud.
La clase LMP1 ha experimentado un crecimiento del lado de los equipos privados, SMP competirá con la combinación Dallara y motores AER turbo, DragonSpeed con Gibson, ByKolles con chasis CLM P1/01 y motor Nissan y posiblemente el Ginetta de Manor monte el motor construido por Mecachrome. Se cree entonces que fueron los representantes del equipo Rebellion los que hicieron contacto con Audi porque su chasis no ha obtenido buenos resultados ni con motores AER ni con el Gibson, aunque también se tiene conocimiento que el motor Audi V8 fue pretendido por ByKolles.
Se estima que el propulsor genera unos 500 caballos de potencia, pero tal cantidad resulta insuficiente para competir en la clase LMP1. Sin embargo se puede extraer un mayor rendimiento tras realizarle algunos ajustes, pero el detalle está en que se necesita de un equipo calificado y en Audi no quieren ver a particulares metiendo mano a su mecánica o espiando su tecnología ni mucho menos involucrar su personal para desarrollar un motor que iría a un cliente que no necesitan ya que se retiraron formalmente del WEC al culminar la temporada 2016.
En palabras de Wolfgang Ullrich:
No hay planes para un motor LMP1. Si quisiera hacer algo como eso, entonces me enfocaría en tener una estructura apropiada. Para que sea un buen negocio, Audi requiere de cinco o seis coches, quizás en un futuro pueda ocurrir, pero ahora no creo que suceda de ningún modo.
Vía | Motorsport Total
