La nueva normativa técnica que implementará el DTM dejará sin efecto a la Clase 1, que consistía en la utilización de los motores turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros que fueron introducidos en la temporada 2019, pensando en la fusión con el Super GT500 japonés. Ahora, tanto Audi como BMW deben afrontar lo que harán con la inversión realizada porque si bien el adelanto tecnológico resultó interesante para el DTM, en el aspecto comercial no lo fue porque el Audi RS5 y el BMW M4 no están disponibles para el público con esos motores.
Dejar de utilizar los tradicionales V8 aspirados de 4.0 litros que generaban 500 caballos de potencia, y que concedían al DTM un estatus de categoría de turismos, para pasar a los actuales de 580 caballos, en teoría parecía una buena idea. Sin embargo, el diseño y desarrollo de los motores Clase 1 se llevó una inversión de alrededor de dos años y unos 100 millones de dólares para cada fabricante, esfuerzo que ahora se deberá canalizar hacia otros ámbitos pensando en la rentabilidad.
Según informes, el motor Audi es el más avanzado, su peso de apenas 85 kilos y su mejor reacción para desarrollar el tope de potencia queda en evidencia cuando se advierte que los de Ingolstadt han ganado todos los títulos bajo la normativa Clase 1. Es capaz de desarrollar 640 caballos con el sistema push-to-pass y tener una vida útil de unos 6000 kilómetros. En este caso, los beneficios y la relación entre peso y potencia es abismal si se compara con el V8 aspirado.
Pero al DTM inclinarse hacia el uso de los GT3, todas esas ideas y virtudes mecánicas deberán encontrar un nuevo uso, hasta ahora indeterminado porque los reglamentos de categorías de GT son incompatibles con lo que es el DTM hasta este año. En tal sentido, Dieter Gass, jefe de Audi Sport, indicó que el nuevo uso del parque de motores está en fase de estudio, pero a corto plazo todo es muy incierto.
Por su parte, Jens Marquardt, quien hasta este año será el director de BMW Motorsport, señaló que un inconveniente es que los motores no fueron pensados para ser híbridos, así que habrá que buscarles nueva vida, lo más probable es que sean adaptados para insertarlos en campeonatos de resistencia. Tanto Audi como BMW deberán enfrentar ahora las consecuencias de invertir en una tecnología que no posee una amplitud de opciones en lo que respecta a modelos de negocio. Y es que esa configuración que distingue a los motores Clase 1 es más popular en Japón.
Vía | Speedweek