Para el 2024 se tiene prevista la introducción de la clase GT3 Premium en el Campeonato Mundial de Resistencia y al respecto los departamentos de carreras de clientes tanto de Audi como de Mercedes AMG todavía arrastran dudas al respecto porque únicamente se ha indicado que la modificación dependerá de un kit extraible, tal como se anunció con anterioridad, pero tales fabricantes también atraviesan un dilema al respecto porque sus actuales GT3, Audi R8 LMS GT3 Evo II y Mercedes-AMG GT3 estarán un tanto obsoletos para entonces.
Las interrogantes acerca de los detalles técnicos aún permanecen, se entiende que esta nueva fórmula a aplicar funcionará para reemplazar a los GTE, pero, según Chris Reinke, jefe del departamento carrera cliente de Audi Sport, antes ha debido realizarse una reunión con todos los fabricantes para determinar qué es lo que se quiere en realidad. Ahora mismo el concepto GT3 es muy exitoso, equilibrado y saludable en todo el mundo y modificar algo así sería asumir un riesgo. Además, el costo de cada kit Premium debería ser rentable y nada garantiza que tal inversión se traduzca en resultados.
Señaló que, según cálculos realizados, tal kit tendría un precio que oscilaría entre 50 y 100 mil euros y un análisis financiero indica que la venta de unos ocho kits para ir a Le Mans no va a contribuir en gran medida con el programa de desarrollo que se tenga para el coche. A simple vista no sería rentable y se va a traducir en déficit para el fabricante. En tal sentido, en nombre de Audi se pregunta si esa nueva clase será un negocio sostenible en el futuro porque a primera vista no lo parece.
Por su parte, Thomas Jaeger, coordinador del departamento de carreras cliente de Mercedes AMG, considera que la nueva clase tiene elementos interesantes como el establecer alineaciones Pro-Am y utilizar neumáticos comerciales, pero también hizo énfasis en lo que respecta a rendimiento y costo porque si bien tales modificaciones se van a realizar para mejorar las prestaciones del coche, el alcance del BoP va a incidir en uniformar tales cambios. Según su criterio, la diferencia entre un coche GT3 y uno similar, con el kit Premium instalado, debería ser de unos 100 metros de distancia, y no cree que se logre con lo que ha sido propuesto.
En palabras de Chris Reinke:
Necesitamos conseguir una descripción clara de lo que se pide técnicamente, el límite de costos y qué se necesita exactamente. La descripción real de lo que debería y podría ser, cuáles son las ventanas de rendimiento, todo eso debe aclararse antes de que comencemos a evaluar si tiene sentido comercial o estratégico para nosotros.
Vía | Sportscar365
