Necesitaba la Xfinity Series recuperarse del golpe moral que fue la carrera de Daytona y la segunda cita de la temporada cumplió con el papel a medias. Si bien las peleas en cabeza recibieron una buena dosis de acecho y vigilancia, nadie pudo con un estelar y centrado Christopher Bell. El joven de Gibbs consolidó su papel de candidato al título de la segunda categoría nacional y lideró 142 de las 163 vueltas para llevarse la victoria, recibiendo la oposición provisional de un Cole Custer inconstante y un Tyler Reddick que se sobrepuso a un coche de Childress que no parece ser tan eficaz como el JR Motorsports con el que ganó el título en 2018.
La qualy se canceló por lluvia y un cielo nublado y con niebla baja dio la bienvenida a los pilotos. Bell pasó por el interior al poleman Custer y no se molestaron para escaparse de Justin Allgaier y Austin Cindric, que tuvieron un pequeño malentendido en forma de toque. La humedad y el frío hicieron que los pilotos tomaran el interior para no arriesgarse a rozar el muro por la deslizante parte exterior. Bell y Custer se vigilaron en el primer segmento, ganado por el de Gibbs frente al de Stewart-Haas, Allgaier, Reddick y Brandon Jones.
Jones y Jeffrey Earnhardt llevaron sus Toyota a la parte alta, colándose el primero en la pelea entre Bell y Custer. El local Jones no pudo recortar la distancia que adquirió su compañero Bell, siendo cazado por Custer y un Reddick veloz en tandas largas. El vigente campeón se situó tercero después de resalir 12º, cortesía de un ajuste más alargado en boxes. Bell fue el cómodo vencedor del segundo segmento por delante de Custer, Reddick, Jones y Earnhardt, Briscoe aprovechó la lucha entre Allgaier y John Hunter Nemechek para alcanzar el top 10 a pesar de arrancar 28º.
Bell y Custer perdieron dos y ocho posiciones en el pit lane, tomando Jones y Reddick los dos primeros lugares. Sin embargo Jones se pasó de velocidad en su parada y Reddick agarró por un tiempo breve la cabeza de carrera, antes de ser rebasado por el letal Bell por el exterior de la recta trasera. Cindric y Earnhardt daban un par de apellidos de prestigio al top 5 gracias al buen hacer de sus equipos en boxes, aunque ambos fueron alcanzados por los ascendentes Custer y Briscoe. Michael Annett abrió la ventana de paradas decisiva bajo bandera verde, dónde un error de Gibbs le dio el liderato a Reddick y Allgaier.
Adelantó Bell a los Chevrolet y se fugó con un margen aún mayor respecto al pelotón, provisionalmente liderado por un Noah Gragson que tardó en realizar su parada. Reddick acabó pasando a Allgaier y recortó los dos segundos de ventaja de Bell, presionando al joven de Gibbs con eficacia pero sin adelantamiento. Briscoe perdió su lugar en el top 10 por culpa de un pinchazo a falta de 14 vueltas. Peor le fue a Nemechek, que trompeó a falta de ocho giros y provocó la única bandera amarilla por incidente de la carrera.
Todos los líderes pararon de nuevo y Reddick perdió cuatro posiciones al encallarse un ajuste en su frontal, dando la primera fila a los Supra de Bell y Earnhardt. Bell resalió perfectamente y aguantó un ataque feroz de Custer para vencer su primera carrera de NASCAR en 2019, añadiendo así a su buen comienzo con victoria en el Chili Bowl. Allgaier, Jones y Reddick completaron el top 5 en diferentes circunstancias de apuro, metiéndose Justin Haley y Gragson en el top 10 (y rozándolo Ryan Sieg) en un día muy tapado dónde el #20 brilló por sí mismo.