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¡Avalancha de GT's! Os explicamos las diferencias entre GTE, GT2, GT3 y GT4

Las carreras de Gran Turismos, conocidos popularmente como GTs, son una de las modalidades más extendidas del automovilismo. Las versiones más radicales y preparadas de los deportivos de ensueño llevados al límite en algunos de los circuitos más famosos del planeta cada vez cuentan con más seguimiento. Siendo un gran escaparate para las marcas y un refugio perfecto para los talentosos pilotos que no se pueden costear un asiento en m0noplazas, a uno a veces le surgen dudas con tantas siglas para sus denominaciones. GTE, GT3, GT2 y GT4, todos muy similares pero a la vez muy distintos entre ellos. Hoy vamos a intentar comentar las principales características y diferencias entre ellos, comenzando por los más rápidos, los GTE y yendo en orden descendente.

GTE: los Gran Turismo de Le Mans

Los GTE son los herederos de la antigua categoría GT2 de las 24 horas de Le Mans. Cuando a finales de 2010 desaparecieron los potentes GT1, los GTE tomaron el relevo, manteniendo el formato de dos categorías pero en esta ocasión separando por el nivel de los pilotos, formando así las clases GTE Pro y GTE Am. Las siglas GTE significan GTE Endurance y actualmente están presentes en el Mundial de Resistencia, en las European Le Mans Series y en el IMSA, donde son conocidos como GT Le Mans (GTLM), haciendo referencia a su participación en la mítica carrera francesa.

En esta categoría encontramos a algunas de las marcas con más historia del automovilismo. Actualmente en el Mundial de Resistencia solo hay tres fabricantes: Ferrari, Porsche y Aston Martin. En el otro lado del charco, BMW continúa con su programa del M8 GTE, con ambos campeonatos habiéndose quedado un poco cojos tras la marcha a finales de 2019 del Ford GT GTE, un coche que además de asombrar a todos los que lo miran, ha sido uno de los modelos más exitosos desde su entrada en 2016. Corvette ha estrenado este año el nuevo C8.R con motor central, aunque el viejo C7.R se podrá seguir utilizando al menos este año en la categoría GTE Am.

  • Porsche 911 RSR GTE
  • Ferrari 488 GTE
  • BMW M8 GTE
  • Aston Martin Vantage GTE
  • Ford GT GTE
  • Corvette C7.R GTE
  • Corvette C8.R GTE

Para que un coche pueda servir de base para un GTE tiene que ser un coche Sport, de 2 plazas o una configuración 2+2, que estén actualmente en producción y que sean legales para circular por la calle. Además, antes de poder homologarlo, es necesario haber fabricado al menos 100 unidades de calle para las grandes empresas o 25 para las pequeñas (que fabriquen un total de menos de 2000 coches al año). Durante la homologación las grandes empresas tendrán que construir al menos un coche a la semana, mientras que las pequeñas necesitarán producir una unidad nueva cada mes.

En cuanto a la motorización, tiene que ser un motor de producción y normalmente el del propio coche en el que está basado. Ha habido excepciones como el caso del BMW Z4 GTE, que llevaba otro propulsor de la marca alemana. El cubicaje del motor también está limitado, a 5.5 litros en el caso de los atmosféricos y a 4.0 litros en el caso de los motores turbo. En este apartado también ha habido excepciones, es el caso del Dodge Viper, que mantuvo el propulsor de 8.0 litros del coche de calle. La tracción a las cuatro ruedas está prohibida, pero si que se permite utilizar sistemas de ayuda a la tracción, con la potencia siendo transmitida a las ruedas a través de una caja de cambios de 6 velocidades.

Los elementos de fibra de carbono, magnesio y titanio están prohibidos, a excepción de los alerones y spoilers. Por otra parte, si el coche de calle tiene monocasco de fibra de carbono, se puede utilizar, pero no se pueden anclar directamente a las manguetas, por lo que los elementos de la suspensión serán normalmente de acero. El peso mínimo de los coches estará fijado a 1245 kg, valor que pude cambiar con el Balance of Performance, unos ajustes dictados por el campeonato para igualar el rendimiento de los coches. En el año 2016 se aprobó una actualización en la normativa que otorgaba a los fabricantes más libertad aerodinámica, para poder distanciarlos más del siguiente grupo en cuestión, los GT3.

GT3: la fórmula más popular

En el año 2005, la organización de Stéphane Ratel, el SRO, creó una categoría ligeramente inferior a los GT1 y los GT2: los GT3. Actualmente dicha categoría se ha apoderado de la mayoría de campeonatos y se ha convertido en la fórmula más exitosa de los Gran Turismo, teniendo presencia en todos los continentes. Los podemos encontrar en la GT World Challenge, la Intercontinental GT Challenge y en diversos campeonatos nacionales como el British GT, el ADAC GT Masters alemán e incluso el IMSA, donde tienen su propia categoría, denominada GTD.

Son muchas las marcas que actualmente tiene coches homologados para la categoría GT3, con modelos y conceptos muy diferentes. Desde los clásicos Ferrari, Porsche, Aston Martin o Lamborghini, a los modernos y tecnológicos Audi, McLaren y Honda, pasando por modelos mucho más grandes como el Mercedes, el Bentley y el BMW. Cada uno con sus características propias, pero todos con un rendimiento similar para poder competir mano a mano.

  • Aston Martin Vantage GT3
  • Audi R8 LMS GT3
  • Bentley Continental GT3
  • BMW M6 GT3
  • Ferrari 488 GT3
  • Honda NSX GT3
  • Lamborghini Huracan GT3
  • Lexus RC F GT3
  • Nissan GT-R GT3
  • Mercedes AMG GT3
  • McLaren 720s GT3
  • Porsche 911 GT3 R

Los modelos tienen que estar derivados de coches de calle de producción en serie y tienen que estar fabricadas al menos 10 unidades antes de poder homologar el coche. Cada campeonato ajusta el rendimiento de los coches con el BoP, que puede realizarse antes de comenzar el campeonato o puede tener sistemas más complejos, con ajustes antes de cada carrera o incluso ajustes en cada coche para cada tipo de circuito. Una manera de mantener a todos con las mismas opciones de luchar por la victoria.

El peso de los coches está entre 1200 y 1300 kilogramos, con una potencia de entre 500 y 600 CV. Aun así, la relación peso/potencia es muy similar entre los diferentes modelos, con coches más pesados y potentes como es el caso del Mercedes o el Bentley y otros más ligeros y menos potentes como el Porsche. En cuanto a las motorizaciones también hay gran variedad y son los mismos que los de calle. Es por ello que encontramos desde el motor boxer de 6 cilindros de Porsche, los múltiples V8 y hasta los V12 de los antiguos Aston Martin Vantage.

Los coches cuentan con control de tracción y ABS, además de tener elevadores neumáticos para hacer más fáciles las paradas en boxes. Algunos modelos además cuentan con un paquete de opciones especial para las carreras de resistencia, con luces adicionales para la noche y componentes especiales más duraderos. A diferencia de los GTE, cuentan con unos neumáticos diferentes (hay además varias marcas como Michelin y Pirelli que fabrican para los GT3), con menos grip que los GT Le Mans, que provoca que los tiempos por vuelta de los GT3 sean todavía más lentos.

GT2: enfocados a los pilotos amateurs

En 2018 Stéphane Ratel anunció la vuelta de la denominación GT2, aunque poco o nada tienen que ver con los antiguos coches de la primera década de este siglo. Buscando cubrir el hueco de precio entre los GT3 y los GT4, es una categoría enfocada a pilotos amateurs, para los que se han creado campeonatos propios. La GT Sports Club es de momento, tanto en su versión europea como en su versión americana, la única categoría que acepta estos vehículos. Sus tiempos por vuelta están entre los GT3 y los GT4, pese a que su rango de potencia es superior, teniendo entre 640 y 700 CV y una relación peso potencia cercana a los 2 kilogramos por caballo de vapor.

Actualmente hay únicamente tres marcas involucradas en una categoría que debería despegar en los próximos años. La primera de ellas fue Porsche, que cuenta con la base del 911 GT2 RS de calle, con el motor de 3.8 litros y 700CV biturbo y con la reencarnación del 935 «moby dick», una versión del GT2 RS con la carrocería inspirada en el famoso coche de finales de los años 70. Ambos coches debutaron en competición el año pasado durante las 24 horas de Spa-Francorchamps, celebrándose una carrera de exhibición con únicamente Porsches en pista.

La segunda homologación fue la de Audi. La marca de los cuatro aros presentó una versión mucho más radical de su R8, con una aerodinámica mucho más trabajada y una toma de aire superior traída de otra época. Produciendo 640 CV, su motor V10 de 5.2 litros atmosférico empuja con fuerza los 1.350 Kg que pesa el coche. Su debut en exhibición fue el año pasado en Goodwood, para posteriormente disputar la ronda de Barcelona de la GT Sports Club, estando un pequeño paso por detrás de los GT3 aunque potenciado para llegar a sus prestaciones. Otras marcas como KTM, con el nuevo XBOW GT2, han anunciado ya sus intereses en la categoría, que este año disputará sus primeras carreras oficiales en solitario.

GT4: el primer paso en los Gran Turismo

Tras el gran éxito de la categoría GT3, Stéphane Ratel necesitaba un primer escalón en las carreras de Gran Turismo donde los costes fueran más reducidos y donde se premiara todavía más la habilidad de los pilotos. Nació la categoría GT4, primero en ámbitos más nacionales, que posteriormente se fue expandiendo a todas partes del mundo. Encontramos estos coches en la GT4 European Series y gran cantidad de campeonatos nacionales como el British GT, el ADAC GT, el FFSA GT francés o la Michelin Pilot Challenge, telonera del IMSA. En la mayoría de los casos participan como una categoría aparte, aunque por ejemplo en el campeonato británico comparten pista con sus hermanos mayores, los GT3.

  • Aston Martin V8 Vantage GT4
  • Audi R8 LMS GT4
  • Alpine A110 GT4
  • BMW M4 GT4
  • Chevrolet Camaro GT4.R
  • Ford Mustang GT4
  • Ginetta G55 GT4
  • KTM X-Bow GT4
  • McLaren 570S GT4
  • Mercedes-AMG GT4
  • Porsche 718 Cayman GT4 Clubsport

Los coches, basados también en coches de producción tipo Sport, son menos potentes que los GT3. Siguiendo el espíritu de los coches de tandas en circuito, son vehículos abiertos a todo el mundo, con las fábricas produciendo los modelos y siempre llevados en competición por equipos privados. También se reserva la opción de preparadores privados a convertir coches a las especificaciones GT4, siempre siguiendo la normativa y regulados en prestaciones por la FIA. La federación prueba todos los modelos y ajusta un BoP para la temporada, ajustes que no se pueden modificar, por lo que las marcas no tienen que invertir en desarrollo durante la temporada.

Además, los equipos tampoco pueden cambiar ninguna pieza, por lo que las diferencias las marcarán las manos de los pilotos y los reglajes de los ingenieros. Con precios que rondan los 200.000€, son coches mucho más accesibles y que requieren menos mantenimiento que los GT3. En cuanto al tiempo por vuelta también son mucho más lentos y se mantienen más las características del coche de calle, con pesos que en la mayoría de los casos rondan los 1.400 Kg. Los rangos de potencias son muy variables y pese a que en la gran mayoría de los casos se mantienen los motores de calle, muchos están limitados para igualar las prestaciones.

Estas cuatro son las principales categorías de GTs en el mundo, pero no son las únicas. Hay marcas que tienen sus propias copas monomarca con coches de prestaciones similares a los GT3 pero sin cumplir completamente con la normativa. Es el caso de los Porsche 911 GT3 Cup, los Ferrari 488 Challenge y los Lamborghini Super Trofeo. Además, otros coches como el Renault RS01 o el Glickenhaus 003C están convertidos a especificaciones GT3, pero solo se pueden inscribir en campeonatos que permitan coches no aprobados por la FIA, como en la VLN o las 24h Series.

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Víctor Forner

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