Poco a poco son más los proyectos que están surgiendo dentro del automovilismo relacionados con los motores de combustión y el hidrógeno. Toyota ya mostró el año pasado que eran capaces de poner en pista un Corolla con este tipo de tecnología y este año han mostrado al público el Toyota GR Yaris H2 con el que vimos hace meses a Kamui Kobayashi rodar hace meses, y lo han hecho además en un escenario tan importante como el Mundial de Rallyes, con Juha Kankkunen pilotándolo dentro de la caravana de seguridad en Ypres, mientras que fue Tommi Mäkinen el que hizo lo propio en Japón.
Dakar y Le Mans miran insistentemente a la pila de combustible, pero es cierto que de un tiempo a esta parte han aparecido varios preparados y fabricantes que se resisten a desterrar el motor de combustión. El último de ellos ha sido AVL Racetech, el brazo de competición de la empresa con sede en Graz, la cual ha presentado en los últimos días un nuevo motor de combustión interna específicamente diseñado para ser alimentado con hidrógeno.
Concretamente, el bloque se trata de un propulsor con turbo y 2.0 litros de capacidad, el cual integra una nueva tecnología denominada inyección inteligente de agua (suele ser una cantidad muy reducida), que permite precisamente afrontar uno de los principales talones de Aquiles que ha tenido este tipo de motores: unos niveles de prestaciones reducidos que se consiguen con los desarrollos actuales.
AVL ha ideado un sistema para mitigar esta situación que se da en otros ICE que funcionan con un alto nivel de aire dentro de las cámaras, el cual, es el principal responsable de que se dé una combustión pobre y que el rendimiento sea menor respecto a sus homólogos de combustibles fósiles. El proyecto de los austriacos apunta a conseguir un nivel de rendimiento de alrededor de 150 kW por litro, lo que se traduciría precisamente en unos 400 CV de potencia.
La inyección de agua no es nada completamente novedoso dentro de la ingeniería, especialmente recordados los sistemas empleados en los aviones de la Segunda Guerra Mundial, e incluso también en los motores de gasolina también ha tenido su presencia destacada, aunque puntual. El funcionamiento consiste en “Un inyector dispara agua adicional al aire de admisión del motor, lo que aumenta la presión de sobrealimentación. Además, el líquido que se evapora tiene un fuerte efecto refrigerante en la cámara de combustión”.
Se consigue mantener la temperatura del motor en un rango óptimo y se puede mejorar la entrega de potencia a coste de posibles fallos de fiabilidad con el paso de los kilómetros, al menos en los sistemas tradicionales. Al menos esto en lo que se refiere a los motores de gasolina que contaban con este tipo de inyección de agua… habrá que comprobar cuáles son las características con el empleo del hidrógeno como combustible.
Ellen Lohr, directora del departamento de competición de AVL (además de expiloto del DTM y del Campeonato de Europa de Camiones), comentó: “Somos pioneros en muchos aspectos del automovilismo con AVL Racetech y ahora hemos tomado la decisión de convertirnos también en líderes en el área de los motores de combustión de hidrógeno, razón por la cual estamos construyendo nuestro propio motor de carreras por primera vez en los más de 20 años de historia del departamento de deportes de motor de AVL. Esperamos poder presentar este motor de hidrógeno en la primavera de 2023 y confiamos en que la tecnología de combustión de hidrógeno desempeñará un papel importante para lograr un futuro sin emisiones de carbono en el automovilismo”.
No es la primera vez que AVL trabaja en nuevos sistemas de propulsión con combustibles alternativos: en 2013, la empresa ayudó a la Universidad Tecnológica de Graz a convertir un Aston Martin Rapide S en un motor de combustión interna bivalente H2/gasolina para la carrera de 24 horas en el Nürburgring, y aunque dicen que es el primer motor que han desarrollado internamente en dos décadas, el propio fabricante ha deslizado que en estos años han colaborado y liderado muchos proyectos de creación de motores.
El Gerente de Proyecto, Paul Kapus, apunta a que un motor de estas características puede ser especialmente clave para la competición (WRC y turismos), así como para los campeonatos con clara filosofía carreras-cliente: “Alcanzar valores de rendimiento a nivel de automovilismo con un motor de combustión interna de hidrógeno es un desafío técnico increíblemente complejo. Pero nuestro prototipo demuestra que se puede hacer. La tecnología básica de un motor de gasolina y un motor de combustión de hidrógeno es muy similar, en contraste con la tecnología de pila de combustible. Es por eso que nuestro concepto también se adapta muy bien al enfoque económico de las carreras de clientes, ya que las adaptaciones requeridas son muy sencillas”.