Fueron los dos protagonistas del Gran Premio de Mónaco, pero ningún de los dos pudo desplegar todo su potencial en lo que sin duda fue una carrera estratégica que aprovechó la configuración del Circuito urbano del Principado. Mientras que Lewis Hamilton, el cual se anotó su cuarta victoria de la temporada, consiguió aguantar los ataques de Max Verstappen a pesar de no tener la mejor estrategia de neumáticos, el holandés estuvo rodando con una configuración de mapa motor no óptima durante gran parte de la carrera.
Así se lo confirmaba el director técnico de Honda F1, Toyoharu Tanabe, el cual aseguraba a Autosport que Verstappen había estado rodando durante gran parte de la carrera en un modo distinto al que se tenía previsto. Este hecho sucedió en su parada en boxes, cuando desde el muro se le pidió que cambiará a una configuración específica a la que Verstappen no volvió a la estándar después del apretado arranque que tuvo en el que luchó con Valtteri Bottas por la posición. Desde el fabricante no cuantificaban cuál era el impacto en tiempo por vuelta, pero dejaban claro que era evidente.
Por si fuera poco, Max Verstappen ya acarreaba una penalización de cinco segundos después de que el equipo Red Bull Racing lo hubiera dejado salir de boxes cuando Valtteri Bottas llegaba justo por detrás de realizar su respectiva parada. El finlandés tocaba el puro y terminaría pinchando, viéndose obligado a hacer su segundo paso por el pit-lane. El piloto holandés confirmó que no sabía que había nadie a su lado, aunque obviamente había entrado tras el finlandés a realizar la sustitución de neumáticos.
A pesar de este imprevisto, Max seguía siendo considerablemente más rápido que Lewis Hamilton, especialmente en las curvas cinco y seis donde el británico estaba sufriendo mucho cuando los neumáticos ya gastados en el W10. El compuesto medio se cayó y el pentacampeón tuvo que lidiar con una carrera a la defensiva, muy lejos de lo que está acostumbrado.
Pensamos que el neumático llegaría hasta el final, y no lo hizo. Pero él (Hamilton) nos salvó, su conducción realmente nos salvó. Algo que realmente necesitamos analizar. Lo que hemos calculado es que el medio lograría aguantar, si cambiamos en torno de la vuelta 15 o 16, lo haría hasta el final con la gestión correcta. Estando al frente, fue una estrategia bastante directa. Ni siquiera parecía una diferencia enorme. Nos dimos cuenta, con 20 vueltas en la carrera, que en el frente izquierdo apareció graining. Creo que, probablemente, a falta de 20 vueltas para el final, tenía, como, cero por ciento de goma en el neumático. Tenía subviraje a bajas velocidades, se podía ver en Loews; el coche no daba girado – Toto Wolff
