Hace apenas una semana se confirmó que Bentley viajaría por una última vez a la Subida a Pikes Peak. Tras su ausencia en 2020, el objetivo era el de despedirse por completo de la carrera estadounidense con un nuevo récord. Llegados a este punto las opciones eran cada vez menos, después de haberse coronado ya con el Bentayga en 2018 como el SUV de serie más rápido de la historia en la prueba de Colorado Springs y en 2019 con el Bentley Continental GT reclamando el trono del modelo de producción que completaba la carrera hacia las nubes en menor tiempo.
La firma británica despedirá con honores el Continental GT3 después de que a finales del año pasado anunciar el final del proyecto de fábrica, siendo M-Sport la que pasaba a tomar las riendas completamente de la estructura. La decisión de Bentley ha sido la de poner a punto el coche de circuitos junto al equipo FastR (en colaboración con Roger Clark Motorsport, de ahí la inscripción del alerón recordándo al ícono británico de las carreras) y pelear por un nuevo récord, el de la categoría Time Attack 1, un objetivo mucho más alcanzable que el de pelear por la victoria absoluta frente a los Open Wheels y los coches de la clase Unlimited. K-PAX Racing suministrará el apoyo logístico sobre el terreno, mientras que el proyecto también está contando con la ayuda de la propia M-Sport.
Sin embargo, habrá más cosas especiales en el Bentley que tratará de vencer a la Subida a Pikes Peak, ya que en concreto la compañía ha decidido que el Continental GT3 estará alimentado con un combustible ‘renovable’. Aunque por el momento no se ha decidido cuál será la mezcla definitiva, se espera que sea capaz de reducir hasta el 85% de los gases de efecto invernadero frente a otras gasolinas de competición que habitualmente ha empleado el V8 turbo de 4.0 litros que monta la variante de competición.
Tras contar con él en las dos ocasiones anteriores, Rhys Millen volverá a ser el encargado de competir para Bentley, tratando una vez más de escribir el prestigioso apellido familiar en la carrera que se desarrollará el fin de semana del 27 de junio. El actual récord de la categoría Time Attack T1 está en manos de David Donner, el cual consiguió el año pasado completar los 19,99 kilómetros con el Porsche 911 GT2 Clubsport en 9 minutos y 36,559 segundos.
Estamos encantados de regresar a Pikes Peak por tercera vez, ahora impulsado por combustible renovable, como el proyecto de lanzamiento de otro nuevo elemento de nuestro programa Beyond100. Nuestros ingenieros de sistemas de propulsión ya están investigando biocombustibles y e-combustibles para que los usen nuestros clientes junto con nuestro programa de electrificación, con pasos intermedios de adopción de combustibles renovables en la fábrica de Crewe y para la flota de nuestra empresa. Mientras tanto, el Continental GT3 Pikes Peak demostrará que los combustibles renovables pueden permitir que el automovilismo continúe de manera responsable y, con suerte, capturará el tercer y último récord de nuestra triple corona – Matthias Rabe
Además de los ajustes de motor necesarios para ascender por encima de los 4.302 metros, también se han realizado otras modificaciones en el vehículo a nivel aerodinámico, con una buena cantidad de canards y aletines supletorios en la parte delantera, el alerón trasero más grande jamás empleado por Bentley y cambios en el difusor trasero y en las tomas de refrigeración, optando incluso por sustituir las ventanillas laterales de la parte trasera por dos entradas nuevas. Debemos recordar que con la menor densidad del aire en la parte superior es necesario sobredimensionar el kit para conseguir una mayor carga en la parte rápida de los sectores superiores, mientras que con la falta de oxígeno es habitual que las mecánicas pierdan potencia.