No sólo Nikita Mazepin, Daniil Kvyat o Alexey Lukyanuk son algunos de los pilotos rusos que se han visto obligados a renunciar, al menos de momento, a competir en este 2022 (en el caso del dos veces Campeón de Europa ha sido decisión personal) después de la invasión de Rusia a Ucrania. Nikolay Gryazin era uno de los grandes favoritos al título europeo de este año, de nuevo afrontando un doble programa internacional que siempre sirve para dar ese plus en cuanto a velocidad frente a los competidores que se centran únicamente en una serie.
El ruso, que estuvo presente en el Rally de Suecia con un Skoda Fabia Rally2 Evo de Toksport y compitiendo una vez más bajo la bandera de la RAF, tenía previsto participar este mismo fin de semana en la primera fecha del Campeonato de Europa, el Rally Serras de Fafe-Felgueiras-Cabreira e Boticas, algo que finalmente no sucederá. Gryazin retiró en un primer momento su inscripción por lo que manifestó que eran “motivos personales”, pero ahora ha sido el propio organizador de la fecha lusa el que ha aclarado cuáles son las razones que hay detrás.
Según lo comunicado a Demoporto, el club organizador del evento, “Nikolay Gryazin (Skoda Fabia Rally2 Evo) y Alexander Rzhevkin (Skoda Fabia Rally2 Evo) no pudieron participar en el rally portugués porque no consiguieron que alguien les supliera/vendiera neumáticos y otro material, además de toda la logística necesaria para su participación en la prueba inaugural del Campeonato de Europa”. El único piloto ruso que sí participará es Dmitry Feofanov (ahora con un Ford Fiesta Rally3, rival de los Suzuki el año pasado en ERC2), que además aparece junto a su copiloto registrados con licencias letonas.
De esta forma, ya se pueden comprobar los primeros bloqueos y boicots a pilotos rusos dentro de la competición internacional y lejos de los grandes focos del campeonato del Mundo de Fórmula 1. Una situación en la que evidentemente se pierde a uno de los grandes animadores del ERC en el que este año tendrá numerosas bazas entre los españoles de la categoría absoluta, entre ellos: Efrén Llarena y Nil Solans, así como los estrenos de Pep Bassas y Javier Pardo con sendos Skoda Fabia Rally2.
KAMAZ vuelve a estar en el alambre:
La situación ya no sólo reporta las bajas humanas en el conflicto militar, sino que además se está extendiendo a otros muchos estamentos que se están viendo afectados, entre ellos la propia compañía KAMAZ, uno de los principales motores de la industria automotriz rusa, la cual también puede verse en serios problemas si tenemos en cuenta que parte de sus acuerdos comerciales se dan con compañía de occidente, por lo que habría detenido su producción por escasez de elementos dentro de su cadena, entre otras cosas, cajas de cambio provenientes del especialista alemán ZF, bombas de combustible de Bosch y los motores de los estadounidenses Cummins. Estos últimos son clave en el futuro de la compañía después de una joint-venture firmada entre ambas con el objetivo de crear nuevos proyectos electrificados.
Deportivamente, KAMAZ ya conoce el precedente producido el año pasado con MAZ, empresa ligada al régimen de Alexandr Lukashenko, el actual presidente de Bielorrusia. La empresa, también uno de los principales referentes industriales de su respectivo país, no tomó parte del último Dakar 2022, debido a los bloqueos comerciales realizados por la Unión Europea. En el caso del equipo dirigido por Vladimir Chagin, así como otras formaciones rusas que participan en competiciones FIA (son un gran número entre los competidores de rallyes cross-country), parece que no podrán estar presentes en dichas series controladas por el máximo estamento internacional en materia de automovilismo.
Para KAMAZ, muy afectada por la crisis de 2009 e incluso con la necesidad de recibir una inyección económica por parte del gobierno en 2014, puede ser una situación límite, especialmente teniendo en cuenta que ya estuvieron en el alambre de nuevo en 2016, cuando incluso el equipo tuvo que posponer sus planes de crear un nuevo camión por los problemas financieros.