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BMW explicó la decisión de descartar el motor del M8 GTE para su LMDh

Durante el pasado mes de mayo, Andreas Roos, jefe de BMW M Motorsport, anunció que el motor V8 P66 con especificación DMT 2018 fue seleccionado para instalarse en el prototipo LMDh el cual presentado recientemente lo que generó muchas dudas al respecto ya que el DTM es una categoría sprint y en teoría la mejor opción de BMW para resistencia sería el V8 que llevó el M8 GTE durante su participación tanto en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar como en el Campeonato Mundial de Resistencia.

Resulta interesante indagar en este tema porque también se descartó el P48, el avanzado propulsor con especificación Clase 1 que estuvo en el DTM hasta 2020. Según Roos, cuando los ingenieros intentaron acoplar motor, caja y transmisión en el chasis LMDh, se dieron cuenta de que el motor P63 del M8 GTE era muy grande y pesado, lo que complicaría el rendimiento del prototipo al ser instalado el sistema híbrido, la masa que representa ese tren motriz resultaba un lastre complicado de aligerar. Por otra parte, al realizar las pruebas con el motor Clase 1, descubrieron que era demasiado frágil para los requerimientos de una carrera de resistencia, la configuración cuatro cilindros con turbo requería de mucho desarrollo, lo que involucra dinero y tiempo, lo que a su vez era un riesgo que a estas alturas no estaban dispuestos a asumir.

Al principio, un grupo encabezado por Ulrich Schulz, jefe de motores de BMW Motorsport, se encargó de experimentar con el P63 porque había ganado en Daytona tanto en 2019 como en 2020, en este caso se hicieron varias modificaciones para reducir sus dimensiones y peso, pero al estar basado en producción en serie, su diámetro excedía la longitud permitida en unos 640 milímetros. Sin embargo, tras los cambios efectuados, incluyendo el uso de materiales más ligeros, se llegó a la conclusión de que resultaba imposible ensamblar un conjunto por debajo de los 230 kilos.

De allí que descartaron estas dos opciones y miraron hacia atrás, al P66, un V8 de cuatro litros y aspiración natural cuya especificación para el DTM de 2018 generaba unos 520 caballos de potencia. Había entonces que elevar a 700 caballos sin sobrepasar las 10.000 revoluciones que estipula el reglamento técnico para los LMDh. Tomaron ese motor para rediseñarlo y de esta forma aumentar su capacidad a cinco litros y elevar el giro a 9000 revoluciones. El motor de desarrollo se identificó como P66/2 y fue sometido a evaluaciones de resistencia, dando origen a la versión definitiva, el P66/3, la cual superó las pruebas en el dinamómetro y sus primeras unidades se entregaron a Dallara el pasado mes de junio.

En palabras de Ulrich Schulz:

El motor del M8 GTE usa algunas partes de los motores de producción, como el bloque y las piezas fundidas de la culata, solo el motor puro pesa unos 180 kg, no hay posibilidad de bajar eso con todos los auxiliares y radiadores, etc. Los 180 kg eran todo un desafío, no había forma de lograrlo. Así que el motor M8 también estaba fuera de carrera.

Vía | Sportscar365

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Humberto Gutiérrez

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