La firma bávara quiere provocar una nueva revolución en la normativa que protagonizará el mundo de las carreras de resistencia en los próximos años. Según declaraciones de Jens Marquardt al medio estadounidense RACER, BMW Motorsport propone que los coches bajo la reglamentación Class One que compartirán tanto Super GT como DTM, sirvan también como base para los prototipos globales híbridos que deberían entrar en competición en 2022.
Con fabricantes implicados en esta normativa como BMW, Audi, Honda, Lexus, Audi o Nissan, estos coches con motores de cuatro cilindros turbo 2.0 con más de 620 CV podrían ser la plataforma sobre la que desarrollar los DPi II del futuro, asociados en este caso a un sistema eléctrico que permita completar el tren motriz híbrido y que pueda competir tanto en el campeonato IMSA como en el WEC.
Creo que en este momento es importante decir que los DPi, obviamente, está trabajando en su segundo conjunto de normativas. Hemos tenido conversaciones con el IMSA sobre hacia dónde ir. Estamos trabajando extremadamente duro con el ITR y Gerhard [Berger] en las reglas de DTM para el futuro. Creo que el concepto de partes comunes, incluso cuando se trata de hibridación o algo así, es un concepto muy eficiente. Si eso fuera de alguna manera aceptado o combinado con IMSA, creo que podría haber posibilidades en las que todos pudieran beneficiarse y, por supuesto, también podría ser interesante para nosotros.
BMW obviamente tiene intereses propios en una solución de este tipo, ya que en el momento en el que se apunta a que puede que estemos ante la última temporada del BMW M8 GTE en el Mundial de Resistencia se encuentran desarrollando la llegada del próximo BMW M4 DTM Turbo para competir frente al Audi RS5 DTM y al Aston Martin Vantage DTM. Sin la continuidad en el WEC asegurada y con las declaraciones por parte de los muniqueses de que actualmente no tienen ningún modelo de su gama que encaje con el perfil de los Hypercars, la posibilidad de adaptar el reglamento Class One para competir en ambos campeonatos sería la solución perfecta para el departamento de competición de la firma germana.
Si dice que necesitamos un nivel de rendimiento del ICE de alrededor de 600 CV, y necesitamos un híbrido de 100 kW o lo que sea, ese es el paquete. Si toma motores turbo DTM de 4 cilindros para el lado ICE y el sistema híbrido común, o si tiene un V6 o V8, o lo que sea, al final del día no importa. Pones las cosas juntas y llegas a un cierto rendimiento o nivel de potencia de tu tren motriz y ese lado está listo. Aerodinámica, carrocería, chasis y partes de eso. Si los DPi se dirigen hacia la hibridación, creo que valdría la pena discutir con el ITR si eso pudiera ser algo común. Al mismo tiempo, no creo que con Hypercar y LMP1 haya una solución fácil para eso. Déjenme que me sorprendan si de repente hay algo que aparece de repente y encaja bien.
Debemos recordar que ACO e IMSA ya han mantenido en el pasado conversaciones para tratar de unificar los reglamentos de sus categorías reinas para así tener un mayor trasvase de marcas y equipos entre ambas series. Todas estas discusiones no han deparado ningún acuerdo entre ambas partes, siendo la tecnología híbrida y los montantes de los presupuestos los principales escollos para ello. Recordemos que otros fabricantes como McLaren ya han expresado su interés acerca de la posibilidad de construir un Daytona Prototype.
Vía | RACER.com