Aunque no lo pronunció de forma tajante, Jens Marquardt, director de BMW Motorsport, dejó entrever que no está de acuerdo con ninguna de las propuestas que han planteado desde el DTM. No comparte la idea de que el equipo oficial participe con el M4 GT3, tampoco con continuar bajo las reglas Clase 1 sin Audi y menos con establecer un programa LMDh para una categoría de turismos. Así que Marquardt asomó la posibilidad de que BMW Motorsport, al igual que en su día lo anunciaron Mercedes, Aston Martin y Audi, se marche del DTM, al menos como estructura de fábrica.
Los argumentos de Marquardt lucen sólidos, según su criterio, un programa GT3 debe orientarse exclusivamente hacia los clientes ya que sería peligroso vender los coches a equipos privados pero también competir contra ellos con una escudería oficial, un modelo insostenible que no tendría sentido para ninguno de los implicados, sobre todo para el proveedor, quien asumirá el riesgo de quedarse sin clientes. Señaló que en la IMSA BMW Motorsport compite en la clase GTLM con el M8 GTE atendido por el Team RLL, mientras en la división GTD participa el M6 GT3 de Turner Motorsport con apoyo de la fábrica. Acá sería ilógico establecer una plataforma para el equipo de fábrica y otro distinto para clientes, esa mezcla no tendría razón de ser.
Explicó que BMW gana mucho dinero vendiendo coches GT3 a clientes, en este caso sería una locura organizar una estructura oficial para rivalizar contra esos equipos privados, eso es sabotear el propio negocio. Ni hablar de considerar competir con los GTLM en el DTM porque resultaría muy costoso, al igual que seguir con la Clase 1 sin Audi. En este punto Marquardt puntualizó que el concepto carece de sentido porque no hay rivalidad en pista. Si BMW se queda como único fabricante no competirá bajo esa normativa, es demasiado costosa para una categoría monomarca.
En cuanto al LMDh, cree que debería aplicarse la misma filosofía que rige a los GT3, en el sentido de orientarse hacia equipos privados y ser accesibles. Ahora mismo, competir con un coche DTM durante una temporada está por el orden de los dos millones de euros, cifra que espanta a los equipos privados, de allí la parrilla tan escueta que se observa en el actual campeonato. Insistir con que el apoyo de los fabricantes salvará al DTM es ignorar las razones que han llevado al campeonato alemán al borde de la desaparición.
En palabras de Jens Marquardt:
GT3 solamente con soporte para clientes porque no tenemos un programa oficial con coches GT3 y no lo haremos por el DTM. Hasta ahora no ha habido consultas y cuando se mira lo complicado que ha sido para nosotros conseguir equipos privados para luego pensar en que vamos a competir contra ellos, es como atentar contra nosotros mismos. La Clase 1 no es concepto para un sola marca y no sé qué tan exitoso podría ser un prototipos LMDh en Europa, especialmente en Alemania donde hasta ahora no hay mayor expectativa.
Vía | Motorsport Total