El hecho de que Dallara haya sido asignado como el fabricante de chasis de los programas LMDh tanto de BMW como de Cadillac ha generado una serie de preguntas acerca de la metodología a aplicar en este caso. En tal sentido, Max Angelelli, ex piloto y ahora alto ejecutivo de Dallara, explicó que la empresa ha tomado medidas extremas para proteger la confidencialidad y propiedad intelectual de sus respectivos clientes, de allí que el personal ha sido dividido y trabajarán en salas diferentes protegidas por contraseña, así que no habrá contacto entre un grupo y otro, ni siquiera en un espacio común como lo es el túnel de viento.
Esta será la primera ocasión que Dallara asume el compromiso de construir coches para dos fabricantes distintos que rivalizarán en una misma categoría, por tal razón deben asegurarse de que ambos clientes estén satisfechos con el producto final, en este caso un prototipo LMDh. Según explicó Angelelli, unos 80 empleados de Dallara se han dividido en dos grupos y reportarán sus avances a Aldo Costa, director técnico de la empresa. El enfoque es el chasis, lo que aprecian como la columna vertebral del prototipo, allí es donde interviene Dallara, en tanto el resto del conjunto será responsabilidad de los ingenieros que aporten BMW y Cadillac respectivamente. Por supuesto que de cada grupo se orientará hacia diferentes objetivos, tomando en cuenta que cada prototipo instalará un motor distinto que involucra lo mejor de su tecnología.
La medidas internas para asegurar los secretos industriales de cada cliente incluyen la no comunicación entre empleados asignados a proyectos distintos. Los salones de trabajo estarán muy separados y cuando alguien se desplace por las instalaciones todas las puertas deben estar cerradas y su ingreso a cada espacio será mediante una contraseña. Actualmente Dallara dispone de una nómina de 700 empleados, así que fácilmente pueden encarar un tercer proyecto LMDh sin problemas porque una vez que un equipo de diseño entregue sus propuestas al departamento de desarrollo, quedaría en libertad para afrontar otra tarea. Bajo esa dinámica están operando y tanto los representantes de BMW como de Cadillac comprenden que es muy efectiva, inclusive el fabricante norteamericano ha visto muy buenos resultados con el DPi fabricado en esas instalaciones.
Justamente es la experiencia en la clase DPi la que garantiza que ambos programas fluyan de forma efectiva porque prácticamente un LMDh será un DPi con chasis de nueva generación. Esa evolución natural de los DPi se había contemplado previamente , de allí que Dallara se considere la mejor opción para todos aquellos fabricantes que estén interesados en construir un LMDh. Angelleli enfatizó en que Dallara solamente se encargará de diseñar y fabricar el chasis, incluyendo acoplar los diversos elementos del coche, pero el personal asignado por BMW y por Cadillac respectivamente, asumirá el trabajo de aerodinámica, tren motriz y sistemas electrónicos e informáticos.
En palabras de Max Angelelli:
Ambos grupos están en diferentes habitaciones y hay que tener una contraseña para entrar. El ingeniero que trabaja con BMW no habla ni se acerca al personal asignado a otro fabricante. Cuando hay una prueba de túnel de viento, por ejemplo, las puertas solo se abren ese día para el grupo personas del grupo que probará. El resto de las puertas se cierran para que nadie vea a los demás trabajando, por lo que nadie sabe quién está en el túnel. La mayoría de las veces, incluso yo, no sé quién está en el túnel porque no se ve a la gente entrando o saliendo porque todo permanece cerrado.
Vía | Sportscar365