Un cuarto de siglo de vida para un concepto que a buen seguro que muchos predijeron que no superaría el lustro. El Campeonato BOSS GP (siglas de Big Open Single Seaters) cumplirá en 2019 veinticinco años desde su creación oficial en el año 1995, una categoría establecida específicamente para poner en pista a los pocos monoplazas que salen a la venta pública a coleccionistas ávidos de descubrir sensaciones nuevas al volante de sus desorbitadamente caras adquisiciones.
Para los aficionados se convierte algo así como en un placer culpable. Sí, existe la posibilidad de escuchar de nuevo motores V8, V10 y en el mejor de los casos los casi extintos V12 gracias a una disciplina que a su vez pone en serio riesgo la integridad de los monoplazas. Con el tiempo hemos ido viendo cómo han desaparecido de su categoría Open los Jaguar R5, Super Aguri SA06 o Williams FW33 que en el pasado pudimos disfrutar en las series, manteniéndose en este caso tan solo cuatro unidades provenientes de la Fórmula 1 en una parrilla en la que también desentona uno de los coches salidos de la Fórmula Renault 3.5 y que ahora está completamente plagada por los GP2 de primera generación que han ido vendiéndose durante los últimos años hasta la entrada del nuevo chasis este mismo 2018.
En gran parte esto se debe a una escisión que se produjo a finales de la pasada década, en la que, entre otros, Klaas Zwart, varías veces campeón de la BOSS GP y propietario del récord del Circuito de Jarama, terminaron por salir de la competición y creando unas nuevas series paralelas. En esta situación, Ingo Gerstl y su Toro Rosso han dominado por completo las series dentro de la categoría Open, sumando los últimos títulos desde 2016 y cosechando este año todas las poles y 12 victorias, escapándose solo una por un accidente en la salida de una prueba que ganaría Wolfgang Jaksch.
También ha habido lugar para el caos, especialmente teniendo en cuenta que en muchas ocasiones hablamos de pilotos con poca preparación. En 2016 os hablamos del suceso ocurrido en una de las carreras en las que podíamos ver el accidente entre Panoz DP01 de Peter Milavec y uno de los Benetton B197 cuyo eje trasero terminaría dando botes sobre el asfalto de la pista italiana de Monza. Uno de los muchos sucesos, percances o trompos que se dan en una competición para amateurs.
Hockenheim, Red Bull Ring, Monza, Assen, Brno e Imola conforman un calendario con seis citas para una temporada 2019 que ya cuenta con 22 inscritos y que marcará el 25 aniversario de una fórmula creada por y para bolsillos pudientes que un día soñaron con competir emulando a los Michael Schumacher o Ayrton Senna. La gran novedad para la próxima campaña será la creación de una tercera clase además de los Open (Fórmula 1 e IndyCar) y Formula (World Series, A1 GP, Auto GP o Superleague). Denominada como categoría Prestige, se abre así la puerta también a coches con motores de seis cilindros.
Fotos | Pirelli Motorsport