Red Bull tenía preparada para él una autentica serie de videos explicando cómo era el debut del piloto estadounidense, una autentica estrella en el off-road de su país, en el considerado como el rally-raid más duro del planeta. Esta saga documental comenzaba contando la historia de su récord conseguido en 2016 del salto de longitud más largo realizado al volante de un Trophy Truck, sin embargo, también se narraba de voz del propio Bryce Menzies cómo su primer asalto al Rally Dakar tuvo que posponerse por el accidente sufrido en uno de los intentos.
A la segunda iría la vencida. Ya nada podía evitar que tomara el testigo de Robby Gordon como máximo representante de los Estados Unidos entre los coches. La actuación de Menzies en la primera etapa fue cuanto menos prometedora, metiéndose entre los cinco primeros y comenzando a mostrar las bondades de su nuevo MINI JCW Buggy. No iría mucho más allá de esos primeros 40 kilómetros que conformaban esa especie de prólogo llena de trampas salida de la mente de Marc Coma y los suyos.
El propio Bryce reconocía que no sabía los límites del coche. Se habían acumulado más de 6.000 kilómetros de test en Marruecos, sin embargo, habían faltado otros tantos en competición y en recorridos de pistas duras y con grandes baches. Nada más comenzar la segunda etapa, las ya de por sí largas suspensiones del buggy de X-Raid no conseguían superar uno de los peligros apuntados en el roadbook, catapultando la zaga del 4×2 y haciendo que la pareja norteamericana diera varias vueltas de campana. Dos inscripciones en el rally-raid más duro del planeta y apenas 60 kilómetros competitivos recorridos entre ambas.
Muchos conductores vinieron y me hablaron después del choque y realmente me ayudó mucho. No puedes tomar riesgos que terminen con tu carrera pronto. Tienes que estar al final de las 14 etapas y 16 días para ganarlo. Esa es la mayor lección que tomaré. Fue desgarrador porque también represento a los Estados Unidos. Todos me han dado muchas esperanzas y me han dicho que mantenga mi cabeza en alto, pero todavía me duele.
El propio Menzies se mostraba muy afectado a su regreso a casa. A sus 30 años, esta estrella de las carreras tipo Baja y de los Trophy Trucks sigue persiguiendo su sueño de ganar el Dakar, algo que él mismo reconoce que podría tener fecha de caducidad a medio plazo. El chico de Arizona se ha marcado el objetivo de ganar la prueba en los próximos 3-5 años. A sus espaldas, la habitual responsabilidad de estar representando al país de las barras y estrellas y la meta en el horizonte de ser el primer estadounidense en ganar el Rally Dakar. No lo tendrá fácil, pero para ello quiere estar listo disputando hasta seis pruebas durante este año con el tracción trasera de MINI, entre ellas el Ruta de la Seda y el Rallye du Maroc el cual contará como nuevo responsable con un viejo conocido, David Castera, copiloto de Cyril Despres y antiguo director deportivo del Dakar que releva así al desastroso organizador francés NPO.
Tenemos que trabajar más duro, regresar, finalizar el rally en 2019 y hacer que todos estén orgullosos y felices. No ha habido ningún estadounidense que haya ganado Dakar, y ese es otro objetivo mío: ser el primero en hacerlo. Estoy comprometido y mi pasión es las carreras fuera pista. Durante los próximos tres a cinco años, nuestro objetivo es ganarlo, lo intentaré con toda la fuerza posibles. Me estoy familiarizando más con el tracción trasera. Es muy diferente al tracción total. Me siento cómodo, pero necesito conocer más los límites.