La electrificación y la hibridación han ido perdiendo poco a poco peso durante los dos últimos años dentro de la competición. Aunque el Campeonato de la Fórmula E cuenta ya con más de una década de vida, el resto de series que han ido surgiendo con vehículos 100% alimentados por baterías o aquellos que han decidido dar el paso para apostar por contar con vehículos híbridos han dado poco a poco pasos atrás debido a los altos costes que en muchas ocasiones han supuesto estas actualizaciones.
El último ejemplo llegaba el pasado fin de semana cuando el organizador del Campeonato Británico de Turismos, la empresa conocida como TOCA, actualizaba sus reglas para la temporada 2025 y confirmaba que una de las series regionales más prestigiosas del mundo dentro de esta clase de vehículos, había tomado la decisión de desterrar los híbridos y optar por el combustible 100% sostenible, el Hiperflo ECO102 R100.
El BTCC se convirtió en la primera serie de turismos del mundo en confirmar el uso de energía híbrida en 2018, antes de lanzarse oficialmente para la temporada 2022, por lo que la utilización de estos sistemas híbridos, suministrados por Cosworth Electronics para todos los participantes ha sido muy limitado, de apenas tres campañas. “A partir de 2025, los coches tendrán la misma potencia que en 2024, con el aumento de potencia adicional únicamente a través del turbo. Como resultado, los coches también serán unos 55 kilogramos más ligeros y más ágiles” resumía el comunicado emitido por TOCA la semana pasada.
La era híbrida fue una gran experiencia para el BTCC. Hace seis años, cuando anunciamos por primera vez la tecnología híbrida, todavía era una tecnología relativamente incipiente en el mundo del automovilismo. Hemos completado con éxito ese programa (y realmente no tenemos más que demostrar en ese sentido), mientras que otros aún tienen que ponerse al día. Pero, como ahora hemos marcado esa casilla, podemos avanzar más con la introducción del combustible sostenible libre de fósiles, al tiempo que ofrecemos, lo que es muy importante, los mismos parámetros de rendimiento que hicieron que el BTCC de este año fuera tan memorable – Alan Gow, director ejecutivo del BTCC
De esta forma, el BTCC dice haber ya cumplido con este reto y quiere buscar el siguiente paso, el cual viene en este caso conformado por coches más ligeros, motores igual de potentes alimentados por combustible sostenible y la congelación de motores que entrará en vigor el próximo 1 de abril de 2025 y que estará vigente durante dos años. Limitación de costes por tanto y un regreso a los ‘básicos’ después de tres años en los que la hibridación no parece haber sido el gen diferenciador que se pretendía.
El WRC puede seguir el camino del BTCC en 2025:
Y esa situación parece hacerse extensible a otros campeonatos. Los rumores acerca de la posibilidad de que el WRC también abandone el híbrido de cara a la temporada 2025 siguen cobrando fuerzas especialmente cuando se ha visto al Hyundai i20 N Rally1 haciendo test con una zaga rediseñada en la que no hay ni rastro de las tomas de aire que sirven para extraer el aire caliente del compartimento en el que se sitúan los elementos del kit suministrado por Compact Dynamics. Se espera que haya una decisión definitiva en el próximo Consejo Mundial del Motor de la FIA, pero se trataría de un caso similar al del BTCC ya que el Mundial de Rallyes adoptó esta tecnología también en 2022.
Por el camino ha sido un goteo sin fin de problemas de fiabilidad en una disciplina que evidentemente es mucho más dura que una competición de circuitos en la que todo se disputa en un entorno mucho más controlado que en los rallyes. Los altos costes por cada coche, la posibilidad incluso de que se cobre la reparación a partir del próximo año, el peligro de que Hyundai pueda abandonar las series sin tener en el horizonte ningún fabricante dispuesto a entrar. La situación desde luego no parece nada halagüeña y quizás la decisión de prescindir de las unidades híbridas hasta ver qué se decide con la normativa de 2027 puede ser el camino indicado para contener los costes lo máximo posible y abrir la puerta a dos temporadas en las que los equipos privados tengan acceso también a unos coches mucho más baratos de hacer competir.
A estas alturas se puede decir que no son los únicos campeonatos que han decidido repensar sus respectivas hojas de ruta en lo referente a esta electrificación. El ETCR desapareció prácticamente de la noche a la mañana, mientras que los TCR por ahora no han barajado la opción de introducir una hibridación ya que estos escalarían muchos los costes. El World RX pasó en 2024 de sólo tener abierta su categoría reina a coches eléctricos para pasar a admitir de nuevo a los motores térmicos, mientras que los Supercars Australianos y la NASCAR no han movido ficha en ningún momento a pesar de que en sus planes en 2022 estaba marcado este 2024 como un año importante en lo referente a una posible hibridación.
Únicamente las IndyCar Series han decidido llevar hacia delante esta tecnología, frente a viento y marea, su decisión, e incluso introdujeron estas mecánicas híbridas cuando el campeonato 2024 ya estaba por decidirse y podía afectar seriamente a la resolución del título.